Esta fue la cantidad de personas que acudió
a las elecciones primarias de la oposición, provocando no sólo grandes temores
en el oficialismo, sino una reacción violenta y de ira por parte del régimen,
que ha traído como consecuencia numerosas manifestaciones, e incluso muertes.
Henrique Capriles, quien resultó ganador de esas elecciones y por ende,
candidato de la oposición para la contienda electoral del 7 de octubre próximo,
manifestó en el acto de su proclamación: “Mi compromiso es luchar contra la
injusticia que se esconde detrás de los privilegios, mi comportamiento es usar
el poder para servir al pueblo con prudencia y sin egoísmo, para garantizar la
tranquilidad y el orden, mi compromiso es no perder ni un minuto en conflictos,
peleas y descalificaciones. Mi prioridad será construir y sumar. Ganó la
esperanza, ganó el futuro”. En el acto no faltó el ingrediente popular, con
presencia de miles de personas que coreaban el nombre del candidato y lo
interrumpían con vivas y prolongados aplausos.
Ramón
Guillermo Aveledo, Secretario Ejecutivo de la Mesa de la Unidad (MUD), inició el acto de proclamación con
un discurso muy aplaudido. Dijo que la campaña
de las primarias había terminado y que ahora empezaba un camino detrás
del líder que los ciudadanos eligieron. Destacó la presencia de los
precandidatos competidores con Capriles en las primarias, quienes le daban
testimonio de la voluntad de plena dedicación a la jornada que se inicia.
Aveledo afirmó que el programa tenía sus etapas muy bien precisadas. De ahora
hasta octubre, todos rindiendo sus máximos esfuerzos para llevar a
Miraflores el candidato de unidad.
Agregó que era explicable el temor del oficialismo, pues allí estaban los
gobernantes y líderes de las regiones donde habita el 60% de la población nacional, y que en las
tres elecciones anteriores habían derrotado contundentemente a Chávez y a sus
candidatos.
El
oficialismo no oculta preocupación por la gesta opositora, El presidente del PSUV
puso en duda que hubiesen participado en el evento electoral más de 3 millones
y que estudiaban el incumplimiento de normas establecidas en leyes del sufragio. La doctora Albanes,
presidente de la Comisión Electoral de la MUD , le replicó que el Consejo
Nacional Electoral (CNE) les dio apoyo técnico, suministró las máquinas, las
instaló en los centros electorales, que era indispensable un representante del
CNE para iniciar la votación y además, realizó los escrutinios. Que en
resguardo del secreto de voto la
Comisión dispuso que no era obligatorio introducir el dedo en
tinta indeleble y que las listas de electores serían quemadas 48 horas después
de las votaciones, para evitar represalias contra empleados públicos. La
presidenta del CNE dio una rueda de prensa para confirmar que el organismo
había suministrando el apoyo técnico
indispensable y realizado las auditorias pertinentes. Que nadie podía poner en
duda la trasparencia en las actuaciones del CNE. El rector independiente
Vicente Díaz dijo que la MUD
había entregado oportunamente el reglamento sobre las primarias, donde consta
que era optativa la introducción del dedo en tinta indeleble y que los
cuadernos de votación serían destruidos.
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