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30/4/13

La cobardía de Maduro por Oswaldo Páez-Pumar

De cobardía califica HCR la orden de Nicolás de no transferir a la gobernación del Estado Miranda los recursos del situado constitucional que legalmente le corresponden. Es un error. La cobardía de Nicolás puede ser el móvil que lo lleva a privar de sus legítimos recursos a la gobernación del Estado Miranda, quizá porque advierte, aunque no puedo asegurar que él sea capaz de advertir algo, que por simple comparación entre lo que el administra y lo que administra HCR el pueblo, ese sí, advertirá su total incompetencia para administrar.

Se precisa, por lo tanto, ya que hemos establecido que el acto no es cobardía, determinar cuál es la naturaleza del mismo, su esencia que dirían los filósofos, lo cual no resulta fácil porque como todas las cuestiones que atañen a la administración de la cosa pública resulta bastante complejo definirlas. Si la definición del acto administrativo ocupa libros y tratados, lo actuado por Maduro que sería algo así como el “no acto administrativo”, pues se abstiene de hacer lo que debe por dispositivo constitucional y legal, se requeriría de una enciclopedia completa para explicarlo.

Por eso intentaré hacerlo por aproximación. El presidente administra la Hacienda Pública no la suya personal. Los dineros que ingresan tienen destinos específicos el situado constitucional para los estados y municipios que son personas distintas de la República o el presupuesto que define ingresos y gastos. Ahora bien “el que se haya apropiado, en beneficio propio o de otro, alguna cosa ajena que se le hubiere confiado o entregado por cualquier título que comporte la obligación de restituirla o hacer de ella un uso determinado, será castigado con prisión…” De manera que si Nicolás no le da a ciertos recursos que se le han confiado “en razón de sus funciones” el uso determinado, que es el situado del estado Miranda y se los apropia directamente para dárselo a los hermanos Castro, o en beneficio de un tercero, como puede ser un consejo comunal, el enjuiciamiento debe seguirse de oficio, porque eso es apropiación indebida calificada.

Si Luisa Ortega que dijo que ella y su Fiscalía tienen el monopolio de la vindicta pública no actúa, ayuda a que el reo se sustraiga a la persecución de la justicia e incurre en encubrimiento. Y si el presidente de la Asamblea impide el uso de la palabra a los diputados para que esto no se discuta y la Luisa del TSJ encuentra que no hay mérito, entonces hay conspiración para delinquir.

Caracas, 30 de abril de 2013

23/4/13

La patada histórica por Oswaldo Páez-Pumar

La frase título de este artículo tiene significado universal y expresa la reacción que en contra de su predecesor encabeza el nuevo gobernante. En nuestro siglo XIX quizá la reacción de Crespo frente a Guzmán es la más notoria y en siglo XX la de Gómez contra su compadre Castro. Durante los gobiernos civiles dada la alternabilidad en el gobierno de los partidos políticos no puede hablarse propiamente de patada histórica, porque esta expresión no necesariamente abarca el natural cambio que supone el triunfo del adversario, sino que está más orientada a describir la situación cuando el gobierno cambia en la cabeza que lo dirige, pero no en el equipo o partido que lo detenta.

Durante los cuarenta años de gobiernos civiles está situación se presentó solamente dos veces, cuando Leoni sustituyó a Betancourt y cuando Pérez II sustituyó a Lusinchi. Con todas las diferencias que hubo en el primer caso, no se puede hablar propiamente de patada histórica, quizá la insurrección castro-comunista cooperó para que no hubiera el rompimiento que supone la patada. Antes del advenimiento de los gobiernos civiles se puede advertir en el siglo XX la patada de López a Gómez abriendo cauces hacia la democracia, pero no en el caso de Medina y López aunque muchos de los actores contemporáneos la resintieran.

Con Pérez II y Lusinchi si la hubo y esa patada junto con la que Caldera diera no propiamente a su predecesor sino al partido fundado por él, que ya lo había llevado a la presidencia y postulado en muchas oportunidades, es parte del desmoronamiento de los gobiernos civiles y la irrupción del chavismo. En nuestra vecina Colombia se vive hoy la patada de Santos a su mentor Uribe.

¿Qué pasa en Venezuela? Nicolás viene precipitándose en caída libre y como la patada histórica cumple la función de comunicarle al pueblo el
mensaje de que “ahora soy yo el que manda”, no la puede propinar porque sabe que no manda, sabe que quienes le rodean le están huyendo a su caída para que no los arrastre, sabe que fue sobre el cadáver de Chávez que logró, si es que lo logró, el escuálido triunfo; y por consiguiente sabe que intentar dar la patada histórica es dársela a sí mismo en la pantorrilla izquierda con el pie derecho y viceversa, a pesar de lo difícil del movimiento. Tiene sin embargo un último recurso con los talones en su propio trasero.

Caracas, 23 de abril de 2013

Enviado por LBO

Este rostro, o lo que queda de él, pertenece a un joven estudiante de Mercadeo en Barquisimeto de nombre Ehisler Vásquez y con tan solo 19 años que fue convocado a manifestar contra el fraude perpetrado por el CNE el 14 de abril. Su gesto fue absolutamente pacífico y al llegar las fuerzas fascistas de represión levantó, junto a sus compañeros, sus manos en señal de paz. Un guardia bolivariano, porque no puede ser miembro del cuerpo que fundara Eleazar López Contreras, le disparó a quemarropa en la cara y sin piedad. Este es uno de tantos torturados y vejados por Nicolás Maduro y sus asesores castro-comunistas. Esto no pude quedar impune; el superior de ese guardia debe ser identificado y procesado.
LBO

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22/4/13

Espacio radioeléctrico por Oswaldo Páez-Pumar

Cuando escucho cualquier mensaje de publicidad del gobierno por las estaciones de radio o televisión que se transmite, según se nos dice, “gratuitamente, como compensación por la explotación comercial del espacio radioeléctrico del pueblo venezolano”, que supuestamente realiza la estación que transmite el mensaje publicitario, me siento irritado. La irritación la causa el mensaje mendaz. Todo cuanto está contenido en el mensaje es mentira y voy a poner a los lectores en contacto con ellas, pues no es una son varias.

Mentira 1. La mayor. El espacio radioeléctrico no es del pueblo venezolano, como otros volúmenes espaciales tampoco son de otros pueblos, sino que todo el espacio, único, es patrimonio común de la humanidad, como lo es el aire que lo ocupa y que respiramos y por lo tanto no susceptible de ser atribuido en propiedad a nadie; y en consecuencia todos tenemos derecho a usarlo.


Mentira 2. La comercial. Cuando la estación transmite “gratuitamente” ese mensaje, no lo hace gratuitamente. El costo de esa transmisión lo asume ella y no quien ordena la transmisión del mensaje. Es un impuesto simulado para financiar la propaganda oficial, que se paga con el servicio personal que presta la emisora y que por lo tanto es violatorio del artículo 317 de la Constitución.


Mentira 3. La sutil. Cuando se propaga la mentira 1 queda abierto el camino para que el gobierno asuma el control del espacio, como si fuera suyo, que es el objetivo. Ya el espacio radioeléctrico no es del pueblo sino del gobierno que asume su representación, para su explotación político- ideológica.


Mentira 4. La descarada. El espacio solamente puede ser usado por quien el gobierno autoriza. Es el presupuesto para poder cerrar estaciones de televisión y de radio si lo transmitido por ellas no resulta de su agrado; más aún, el gobierno no se contenta con prohibirles transmitir sino que además toma sus bienes y se los entrega para la “explotación del espacio radioeléctrico” a alguno de sus partidarios o afines.


Mentira 5. La próxima. No faltará quien me acuse que yo pretendo que el espacio radioeléctrico es de las empresas capitalistas que lo explotan. Decidí escribir asumiendo que tendría que calarme esa otra mentira.


Caracas, 22 de abril de 2013

19/4/13

¡Se acabó la guachafita! por Luis Betancourt Oteyza

“Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.”

 Abraham Lincoln

Muy tarde en la noche del 14 de abril de 2013, demasiado tarde para el mejor sistema electoral y de cómputos de votos del mundo, como se ufanaban todos los rectores del CNE hasta ese día, la inefable Tibisay Lucena, sin portar su banda tricolor de los chavistas, salió ante los medios, nacionales y extranjeros, haciendo de tripas corazón a pretender engañar, una vez más, a todos con un falso triunfo de Nicolás Maduro, el ungido de Fidel y Raúl. Como no encontraba los números preparados desde mucho antes para sus máquinas de lotería, se resignó a una risible diferencia de 1% a favor del falso Presidente, encargado por otro poder cómplice del castrismo, el TSJ. A las violaciones legales y constitucionales del otrora alto tribunal, el CNE pretendió meter con grasa de chicharrón una legitimidad que el soberano pueblo no había concedido al candidato del castro- comunismo. No resultó, no resultó porque esta vez la misma campaña, a pesar de su calculado poco tiempo, permitió al pueblo expresar, otra vez y con mayor fuerza, su hartazgo con un régimen corrupto y traidor que en 14 años ha entregado nuestra dignidad y nuestra historia a la peor tiranía que sobrevive en nuestro continente: La dictadura comunista de los hermanos Castro en la hermosa y sufrida Cuba. Y no resultó porque en esta nueva oportunidad Henrique Capriles cumplió el compromiso asumido en Cumaná, días antes de la votación, de no reconocer sino la voluntad popular.

Esta reacción de Capriles contra el nuevo fraude del CNE marcó varios hitos en la historia reciente de Venezuela desde que los venezolanos, civiles y militares, decidimos un 23 de enero de 1958 resolver nuestro destino por el voto y dentro del respeto al Estado de Derecho.

Por primera vez, un candidato con fuerza de pueblo de verdad desconoció el resultado oficial que favoreció al del oficialismo. Desde 1959 ningún candidato la había hecho y eso pesa en todos. También por primera vez la fuerza de la oposición rechazó a la autoridad electoral. Eso significa que dejó de considerarse una minoría en crecimiento y tuvo que reconocer que era mayoría, y mayoría de verdad, que no necesitaba resignarse con su minoridad porque no lo era. Y todo esto ha tenido una consecuencia irreversible: se cayeron todas las máscaras; la máscara de que vivimos una democracia; la máscara de tener un sistema electoral transparente, libre y justo; la máscara de que denunciar la falta de condiciones justas en las elecciones provocaba abstención; la máscara de quienes han vivido a costa de encabezar una “oposición oficialista” dedicada a avalar el sistema electoral electrónico, montado desde 2004 para burlar la voluntad del pueblo votante y seguir llevándolo al matadero elección tras elección, para después seguir convenciéndolo de que había que construir una mayoría. La máscara de los que defendían al CNE como un organismo confiable, los que le dieron cartas aval no hace mucho, cuando esa oficina pública no está para organizar elecciones, limpias, libres y transparentes sino trampas, las trampas más temibles para enterrar a la libertad de los venezolanos. Y todo esto, paradójicamente, es la buena noticia. La noticia de que de ahora en adelante, cualquiera que sea la solución que podamos dar a lo que vivimos, nos obliga a jugar en serio, a jugar con valentía y coraje por nuestra libertad y nuestra dignidad.

A esta altura de los sucesos no sabemos cuál será el final de la afortunada crisis que se ha desatado; no sabemos cuánto más va a durar esta tragedia, pero lo que sí podemos asegurar es que la libertad está cerca. Que gracias a los que desde el mismo 15 de abril se lanzaron a las calles a exigir su derecho de vivir en democracia, y que no han regresado a sus casas ni se han desmovilizado; los jóvenes, como siempre, que se inmolaron en esta protesta frente a fuerzas de represión, que no han sido dirigidas por oficiales venezolanos sino por cubanos castristas para nueva vergüenza de sus mandos legales, han logrado mantener la lucha y la resistencia contra la farsa. Que este pueblo caribeño y altanero no va a someterse a los tanques cubanos como tuvieron que hacerlo los húngaros en 1956 o los checoslovacos en 1968 ante los tanques rusos; que hará como los obreros polacos que desde sus fábricas tumbaron el muro de Berlín.

Los venezolanos no volverán a confiar en unas autoridades electorales dedicadas a hacer trampas a los votantes; no volverán a confiar en un REP relleno de falsos electores; y, no volverán a creer en unas máquinas que ya dijeron mentiras.

Se acabó la farsa, la montada de lado y lado, se acabó la guachafita (“Guachafita: Falta de seriedad, orden o eficiencia.” DRAE, vocablo coloquial de origen venezolano.)

Y si los llamados líderes se retiran de la lucha, si se entregan con la excusa de la paz, que sepan que ya la rebelión prendió la sabana y que si no corren pa’lante se quemarán; que no se aceptarán “entendimientos” a espalda del pueblo. Que las concesiones son traición. Que no se aceptará otra cosa que la verdad y la liberación. Si no se cumple con el compromiso asumido con los reprimidos por los esbirros cubanos por protestar contra el fraude intentado, si no se les acompaña, la frustración de un pueblo cansado de la dominación cubana peleará, aun contra sus dirigentes, por una nueva independencia. Aquí no hay espacio para la maniobra artera y fraguada desde detrás de las cortinas del lupanar de los prostituidos intereses politiqueros o bancarios. Si se traiciona, la lucha que viene es de verdad, gracias a Dios ¡Ojo con una traición!

Caracas, 18 de abril de 2013

Dejando su estela por Oswaldo Páez-Pumar

Que los adecos y los copeyanos no volverán es una de las consignas más falsas que Chávez repitió durante los pasados 14 años. Porque adecos y copeyanos volvieron al gobierno, casi en el mismo momento cuando tomó posesión el 2 de febrero de 1999, aun sin contar a los miembros de su propia familia, copeyanos todos.


Hay una gran cantidad de altos funcionarios en este gobierno de la “robolución” que son copeyanos. Seguramente también los hay adecos pero como conozco más copeyanos que adecos no puedo e referirme a ellos con tanta propiedad. Hoy me voy a referir a Luisa Estela Morales porque el tema que abordo es el conteo manual de los votos sobre el cual ella declaró a la prensa.


La doctora Morales ha tenido altísimos niveles de figuración recientemente. La sentencia sobre el juramento del presidente la víspera del 10 de enero del corriente quizá sea la más llamativa, pero pareciera que el oscuro recinto de la jurisprudencia le está resultando demasiado opaco a la magistrada que quizá quiere un lugar donde el sol dé de lleno y la ilumine más. Por eso, me parece a mí, que decidió lanzarse a decir que en Venezuela no hay conteo manual, como para darle argumentos a Nicolás para que no acepte lo que ya aceptó, o a Tibisay, para que rechace la solicitud recibida porque puede contar de antemano con una sentencia favorable que le dará la razón.


Por supuesto, ella ignora que la validación del conteo que hacen las máquinas va precedido por un conteo manual del 54% de las mesas; y que para los electores en el exterior no hay otra forma de conteo que el manual.


Pero en su manual particular lo que realmente precede a sus declaraciones o a sus decisiones es lo que el gobierno desee, porque ese es el modo de obtener preseas.


Luisa Estela no solo fue copeyana, sino que también lo fue su marido y “eureka” su padre, es por lo tanto copeyana de dos generaciones; y debo agregar que en mi opinión, el padre que murió siendo copeyano de gran estatura moral dejó su estela; y ella está dejando la suya.


Caracas, 18 de abril de 2013

17/4/13

Pido la palabra por Oswaldo Páez-Pumar

Era de esperarse la reacción de Diosdado porque ciertamente Dios no le ha dado el don de lengua. Para hacer uso de la palabra no basta con haber aprendido a articular, es necesario haber aprendido a ubicarse. Si usted está en una manga de coleo, o en un bar de carretera con Rocola no sería propio que al hacer uso de la palabra pretenda usted expresarse como si estuviera dictando una conferencia en la Academia de la Lengua. Lo mismo pasa si es al revés.

Precisamente es lo que ha ocurrido en la Asamblea. El teniente cree que la presidencia de la Asamblea es algo así como ser alférez mayor en la Academia Militar que le permite obligar a los recién ingresados a limpiarle los zapatos, desnudarse o rasparse el coco como prueba de sumisión y no añado otras actividades aún más degradantes por respeto a los lectores, pero que el teniente conoce por haberlas sufrido y por haberlas impuesto.

Ahora el teniente cuando se ve en el espejo se contempla desnudo. No se trata de que esté desvestido que es cosa distinta sino que ve dentro de sí y no contempla nada. Por eso en los últimos tiempos en ocasiones viste como un civil y en ocasiones usa los arreos militares. Solamente la pérdida del sentido de dónde se encuentra explica lo sucedido. La Asamblea, teniente, es el lugar donde acuden los diputados electos para decir lo que ellos piensan, pero usted cree que es el lugar a donde fue llevado por el difunto presidente para repetir lo que él pensaba; y que por esas cosas inesperadas que tiene la vida lo pone ahora a decir lo que piensa Nicolás. Rectifico, que no estamos hablando de pensamiento, lo pone a decir lo que quiere Nicolás.    

¿Qué quiere Nicolás? Ser reconocido como hijo de Chávez y por lo tanto legítimo presidente. En un desplante aceptó ir a una revisión voto por voto sin percatarse que expondría, aun si el reconteo le diera la victoria, las trampas y triquiñuelas que el  póker de damas del CNE realizó para poder emitir el boletín “expresión de la tendencia irreversible”. Después dijo que no y luego, que sea lo que diga el CNE.

Nicolás se somete a la voluntad de Tibisay y usted a la de Nicolás y para que no quede duda anuncia al país que no le concederá el uso de la palabra a quien no reconozca que Nicolás ganó. Que papelón. “Nicolás e mobile, qual piuma al vento, muta d’accento, e di pensiero”. ¿Y usted teniente, también cambiará su pensamiento y dará el derecho de palabra?

Caracas, 17 de abril de 2013

Sesquipedalia Seguirán… ¡Y seguiremos! por Humberto Seijas Pittaluga

Lo que provoca hoy es repetir, como El Chapulín Colorado: “lo sospeché desde un principio”. 

Porque en el aparente triunfo del oficialismo —y enfatizo lo de “aparente”— uno tiene que tomar en cuenta la absoluta falta de escrúpulos del candidato del PUS y su gente en la apelación a los más descarados abusos para intentar prevalecer en el poder. Partiendo desde la inequidad en los tiempos permitidos en los medios —para ellos: horas de cadenas, cuñas y programas escatológicos como el que conduce el drogo hojillero; para el opositor, escasos minutos—; pasando por apelar a personajes tan despreciables como el Maradroga, traído, atendido y pagado munificentemente con fondos oficiales para cantar loas al candidato oficial —otro de los muchos extranjeros traídos por el régimen para intervenir en política interna—; apelar a bandas violentas (sus integrantes dotados con motos y armas que debieran ser solo para uso oficial) que coaccionaron el voto de los opositores; hasta mantener como MinPoPoDef a un imbécil, a una fichita política sin ningún ascendiente en la Fuerza Armada, para desvirtuar a esta de sus altos fines y convertirla en mecanismo de agitprop que sirviese para intentar aterrorizar a quienes nos atrevemos a pensar distinto, y para “caletear” compulsivamente a las mesas a partidarios remisos. Todo ello, bajo la mirada complaciente y parcializada de la “banda de las cuatro”, que no lograba encontrar falta en nada de lo que hicieron el contendor oficialista y sus conmilitones; bajo la alcahuetería de una funcionaria que confunde sus funciones y cree que es defensora solo de sus copartidarios; bajo las amenazas de una fiscala que emplea su función y a sus subalternos para el hostigamiento de los opositores; y la bendición de unos “magistrados” que fueron quienes originaron la ilegalidad del interregno. Total, que el presunto triunfo antenoche estaba cantado.

Lo que le espera a Venezuela en el futuro cercano es negro cacho. Seguirán los mismos ineptos (para la función pero avivatos para sus enriquecimientos) al frente de los ministerios e industrias básicas. Y, al igual que en el pasado, cuando metan sus respectivas patas, serán rotados a otros ministerios, nunca destituidos. Porque para el régimen seguirá siendo más importante el carné que los conocimientos y destrezas, y porque no tienen con quién reemplazarlos. No son sino un pequeño grupo de encantadores de serpiente —de culebreros de fiestas patronales, para ponerlo en el lenguaje popular— que a punta de regalar lo que no es de ellos se mantienen en la manguangua. Para esto, seguirán quebrando al país, sin entender (ni importarles) que no somos ricos, que hay que incentivar el trabajo productivo y no los cambures; seguirán apelando a la inseguridad jurídica para imponerse a las empresas privadas y hacerlas quebrar, favoreciendo así la creación de empleo en otros países, no aquí. 


Y, como eso no será suficiente para seguir con la regaladera a nuestros compatriotas que necesitan sobrevivir a como dé lugar —así sea vendiéndose por un pollo de Mercal—, seguirán pidiéndole prestado a potencias “amigas”, que les concederán créditos con intereses usureros y condiciones que hacen declinar la poca soberanía que nos queda después que ellos nos regalaron a Cuba.

No tengo dudas de que la solicitud de Capriles para que se digan los verdaderos resultados de los escrutinios caerá en los oídos sordos de la “banda de las cuatro”. Entonces, Nicolás será presidente sin siquiera haber resultado ganador. Y él y ellos seguirán con el desconocimiento y las faltas de respeto en contra de la otra media Venezuela. Seguirán sin entender que los resultados del domingo no los autorizan para radicalismos insensatos, sin valorar a la oposición como una fuerza que no puede ser despreciada. Seguirán, pues, cabeza gacha, con todo lo que la gerontocracia cubana les ordene. Órdenes que no son para que Venezuela progrese sino para que la isla no termine de morirse de hambre.


Al tiempo que esto sucede, nosotros seguiremos empobreciéndonos, viendo como otros países de la región avanzan hacia el desarrollo usando las armas de verdaderas democracias; seguiremos mirando cómo el populismo seguirá creciendo, pero de manera más ramplona; seguiremos observando cómo organismos e instituciones se deterioran hasta reducirnos a lo más oscuro del siglo XIX.


Seguiremos presenciando cómo el bendecido por Tiby habla por los dos lados de la boca. Antenoche llamó al cese del odio, y pidió a la oposición que “sepan administrar el resultado que han obtenido. Con humildad, sin prepotencia y sin retar a Venezuela, sin llamar a la violencia” —cosa que nosotros le recomendamos a él. Pero, al mismo tiempo, seguía vomitando infundios en contra de quienes sabemos que él no tiene el equipaje mental, ni el equipo humano, para sacar a Venezuela de la crisis en la que la irresponsabilidad de ellos la han zampado durante estos catorce años.


Por eso, también, seguiremos diciendo nuestras verdades, así vayan a contrapelo con la realidad panglosiana que nos intentan pintar…


hacheseijaspe@gmail.com

13/4/13

Vidas paralelas (con perdón de Plutarco) por Oswaldo Páez-Pumar

Cuando usted compara los acontecimientos del 4 de febrero o el 27 de
noviembre de 1992 con los del 12 de abril de 2002 se percata de que
mientras los dos primeros hechos fueron perpetrados por los golpistas a la
sombra de la nocturnidad cuando población y gobierno dormían, los sucesos
de abril de 2002 tuvieron lugar a plena luz del día, estando la población y el
gobierno en vigilia y éste último desplegando toda su fuerza militar.


Si se detiene un poco más percibe que en el año 92 el poder de fuego
desplegado por los golpistas, con las armas que la república les había
confiado para la defensa de lo que atacaban dejó un enorme número de
muertos, muchos de ellos inermes ciudadanos sorprendidos por la acción
premeditada, alevosa, con ventaja y la ya señalada nocturnidad, mientras
que en la de abril marchaban ciudadanos a quienes la república no le había
confiado armas que fueron emboscados tanto por algunos integrantes de los
cuerpos militares, como por civiles armados por el gobierno y protegidos
física e institucionalmente.


Si la atención se fija en los resultados puede percibirse que en el 92
unos militares alzados en armas fueron derrotados por el gobierno civil de la
república, mientras que en el 2002 unos civiles caminando y sin armas se
encontraron con un gobierno que se desplomó solo abriendo un vacío de
poder (TSJ dixit).


Si además prestamos atención a la conducta de los que ejercían el
poder nos encontramos en el 92 a CAP, sus ministros, los dirigentes de los
partidos de gobierno y de la oposición, incluido el secretario general de uno
que compitió en las elecciones contra CAP haciéndole frente con la palabra
civil y por radio y televisión a las huestes insurrectas armadas, mientras que
en el 2002 al margen del hoy fallecido presidente, los más importantes
personeros del gobierno como Diosdado Cabello, Rodríguez Chacín y unos
cuantos más, militares y civiles, desaparecieron hasta que entró en escena el general Baduel con las armas que la república civil le había confiado.


Finalmente, después de unos y otros acontecimientos los golpistas
militares fueron sobreseídos por la república civil para que ejercieran a
plenitud sus derechos ciudadanos incluido el de elegir y ser elegido; mientras que el gobierno militar le niega los más elementales derechos a ciudadanos inocentes que cumplían la misión de proteger a la población civil.


Caracas, 11 de abril de 2013


11/4/13

Porqué voy a votar por Luis Betancourt Oteyza


“A menudo me he tenido que comer mis palabras y he descubierto que eran una dieta equilibrada”
Winston S. Churchill


En un artículo –“Desahogo”- escrito el 9 de 0ctubre de 2012, a tan solo dos días de las elecciones del 7-O, titulado “Paradoja democrática”, anuncié mi decisión de no volver a “…votar con un sistema tramposo ni volver a aceptar el voto electrónico.”, y allí enumeré las razones en base a hechos y decisiones del sistema electoral que nos ha sido impuesto por el CNE chavista, y respaldado por buena parte de quienes dirigen la MUD. Los tres hechos que son inaceptables para reconocer las elecciones son: un CNE espurio por inconstitucional en su origen y composición, un REP nunca auditado y compuesto de cualquier cosa, y unas máquinas para lotería con las cuales nos obligan a votar y convierten en increíble cualquier resultado; hechos que se mantienen todavía además de medidas manipuladoras de la voluntad del elector y un ventajismo oficial consentido, y hasta auspiciado, por el CNE, como lo es, por ejemplo, el aceptar que la publicidad de unos falsos e inexistentes logros del gobierno no es propaganda política, mientras ataques y desmentidos a esas falsedades por opositores sí lo son.


Sin embargo, los escandalosos abusos y manipulaciones sufridos por los electores en la anterior elección y la falta de reacción ante el fraudulento resultado anunciado por el CNE, declarando un triunfo del agónico Chávez, y unas cifras y porcentajes no constatados por nadie, aunque por todos repetidos, han provocado una reacción de la sociedad civil,
que espontáneamente ha surgido con fuerza volcánica y desde distintos sectores para reclamar y exigir correctivos. Inicialmente, quince diputados variopintos de la oposición, con María Corina Machado como portavoz; el anuncio de la Asociación de Rectores de las Universidades Autónomas, con Cecilia García Arocha como vocera; y, nuestros valientes y siempre consecuentes estudiantes, nuestros heraldos libertarios, que dispuestos a todo por todos, han liderizado la lucha por unas elecciones limpias, libres y transparentes para este 14 de abril, rompieron los fuegos. A ellos los han seguido innumerables movimientos y organizaciones, unas nuevas y otras conocidas, insistiendo en que se corrijan métodos y cesen atropellos.

El descaro de los hechos es tan grueso que, para vergüenza de los venezolanos, más de 300 parlamentarios, expresidentes y personalidades latinoamericanas han exigido también unas elecciones de verdad, como las que se hacen en sus países.

Sin embargo, nada parece conmover a un CNE en manos de cómplices y alcahuetes del fraude chavista. Las carencias de Maduro, indigno constitucional y legal para ser candidato y presidente encargado, los fracasos de 14 años de derroche y corrupción, y el uso y abuso de instituciones sagradas para la patria como lo son y serán nuestras FAN, no les permiten ni siquiera lavarse la cara con agua sucia de falsa democracia, como la que usó Chávez en beneficio de los hermanos Castro. No pueden entregar el poder. Saben que irán presos y que se les despreciará urbi et urbe; que los que los que hoy los adulan o toleran esperan para desquitarse de su propia vergüenza.

Ante esta apabullante rebelión, el candidato Henrique Capriles anunció ayer en Cumaná, la primogénita capital del Estado Sucre y cuna del Mariscal, que había cambiado, que no reconocerá el resultado oficial sino la voluntad del pueblo; que va a respetar y hacer respetar esa voluntad popular que se ha manifestado a su paso, a lo largo y ancho del país; la mayoría que ha salido contra el miedo a decir que quiere seguridad y paz, que ama la libertad y no se entrega. La que teme pero no cede, y que ve otra oportunidad y no está dispuesta a dejarla ir por 6 años más, ni siquiera por pocos meses, de vergüenza al servicio del castro-comunismo cubano. Capriles ha anunciado que seguirá al pueblo y no a la farsa que está escondida en un REP preñado de fantasmas ni a la que se oculta agazapada en las máquinas electrónicas para lotería, y que oirá al pueblo por encima de lo que hablen esas máquinas tramposas; que no respetará la mentira del CNE y nos permite cantar: ¡Enhorabuena porque hay un camino! Y podemos repetir, como también escribimos el 20 de octubre de 2012, bajo el título “El Fraude Electrónico”, que: “Las elecciones pueden ser un camino de liberación si así se las entiende y no se las traiciona”. Así nuestras FAN podrán recobrar el prestigio perdido en su sociedad civil, donde eran, junto a la Iglesia, la Institución más respetada, por encima de los mismos partidos políticos, pero hoy muy rebajadas en el respeto y cariño popular; tendrán una oportunidad que no dejarán pasar. Por eso me comeré mis palabras de aquel 9 de octubre y me harán una buena digestión.

Además de todo lo antes argumentado o en ayuda a ello, debo confesar que ocurrió un hecho que me dobló el orgullo de sostener mi abstención individual y no promovida. Como abuelo sentimental, perdonen la redundancia de bulto, vi una imagen de mi nieta de 11 años, la mayor, y su hermano de 8, quienes por propia iniciativa, originada quizás en las angustias y desesperos expresados imprudentemente en su presencia por padres y abuelos, exigieron, ellos también, marchar el domingo a la avenida Bolívar de Caracas. Esa imagen de unos venezolanitos buscando su futuro desde este insoportable presente fue para mí demasiado y a la vez suficiente. Aunque sea solamente por ellos, o los nietos de la calle de entera, como dijo el poeta, debemos creer que hay otra oportunidad, y que vale la pena ir a votar una vez más, y en espera de la promesa 
anunciada por el candidato. Nos toca cumplir y esperar, esperar porque no sea en vano nuestro gesto, que será correspondido por quien lo debe liderar, que no será inútil apostar nuestra esperanza otra vez.

Caracas, 10 de abril de 2013


9/4/13

Querido Henrique: por YON GOICOECHEA

Querido Henrique:
Todos los opositores dependemos de tu reacción. Que Dios te acompañe y te guíe

YON GOICOECHEA |  EL UNIVERSAL
martes 9 de abril de 2013  12:00 AM

Has dado una pelea muy honorable, mis respetos. En muy poco tiempo has levantado la moral de una oposición demasiado harta, hasta de sí misma. Tu decisión de ser candidato permitió mantener la unidad en medio de tanta traición. Mostraste un generoso desapego, porque esta candidatura es un gran riesgo para el país y para tu propio futuro político. En definitiva, has cumplido con tu tarea como venezolano. Gracias.


El 14-A puedes ganar o perder. En mi opinión, ganes o pierdas, el CNE declarará vencedor a Maduro. Sé que no compartes esta visión y ruego que tengas la razón. Nada me resultaría tan placentero como ser el hombre más equivocado del mundo. Pero imaginemos que no lo soy, que el Registro Electoral sí está inflado y que la empresa cubana Albet dio cédulas falsas a un grupo importante de personas (incluyendo extranjeros). Que se realizaron cientos de miles de migraciones ilegales, que crearon miles de nuevas y dudosas mesas y que no tenemos el 100% de testigos. Supongamos que, así como se filtraron los códigos de las máquinas, el PSUV tiene las claves "ultrasecretas" de la totalización. Reconozcamos que el CNE es un órgano al servicio de la revolución y que la mayoría de sus rectores están comprometidos con la continuidad del proceso (como lo han manifestado públicamente). Pensemos que las captahuellas sí infunden miedo a muchos venezolanos y que los "guardianes" de esos electores y de los centros de votación son milicianos, autodenominados "bolivarianos, chavistas y revolucionarios" ¿Henrique, si yo tuviese razón en la mitad de estos supuestos, sólo en la mitad, estarías tú dispuesto a validar el gobierno de Maduro como democrático?

Si te reconocen el triunfo ofreceré mis excusas públicamente. De lo contrario, te ruego tener en mente que tu actuación del 14-A puede desmontar este sistema de dominación o puede renovar la imagen "democrática" a una dictadura en crisis. Todos los opositores dependemos de tu reacción. Que Dios te acompañe y te guíe.

@yongoicoechea

El hombre que hablaba con los pájaros por Carlos Alberto Montaner


Nicolás Maduro percibió que un pajarito le hablaba. En un primer momento pensó que era elpájaro chogüí, una criatura usualmente amistosa y parlanchina, pero, como es una persona sagaz, entrenada por los cubanos en los diferentes tipos de trinos, rápidamente se dio cuenta de que era Hugo Chávez.

Maduro, un señor educado, sensible y espiritual, discípulo de Sai Baba, le respondió al pajarito. Maduro domina la onomatopeya como nadie. Puede imitar los sonidos de las aves, de los burros, incluso de las personas. En todo caso, fue un sonoro y profundo intercambio de silbidos cargado de emotividad.

La conversación fue larga y tendida. Nicolás es bonachón y conversador. El pájaro también.Era locuaz, como Chávez. Si Chávez reencarna en un pájaro, no va a hacerlo en un ave parca y circunspecta, sino en una criatura capaz de trinar durante horas, como si estuviera en la ONU poniendo en su lugar a Bush, ese siniestro Mister Danger.

La última vez que Maduro habló con Chávez, más o menos en vida, la conversación duró cincohoras. Es posible que en esta oportunidad haya sucedido lo mismo. Al fin y al cabo, era más difícil (y cruel) hablar cinco horas con una persona moribunda, en coma, con la garganta perforada por una traqueotomía, que comunicarse con un pajarito sano y volador con ganas de parlotear.

A mí no me sorprende que Maduro hable con los pajaritos. Me enternece. No es el primer caso que conozco. Cerca de mi casa madrileña, en el parque de Santa Ana, había un tipo que hablaba con las palomas. Le llamaban “Pepe el Palomero”. Pepe les arrojaba pedacitos de pan a las palomas y, mientras lo rodeaban, les soltaba unos largos discursos sobre la monarquía. Las palomas no se iban en tanto durara la ración de pan, lo que indica que respondían mejor a las recompensas materiales que a la argumentación ideológica.(Parece que eran palomas chavistas o, al menos, corrompidas por una variedad elemental delneopopulismo).

A veces, mientras Pepe el Palomero hablaba con las palomas, yo trataba de mediar en laconversación. Pepe afirmaba que había sido amigo de Alfonso XIII, lo cual era improbable porque D. Alfonso se había largado de España en 1931, antes de su nacimiento. (El nacimiento de Pepe, no el de Alfonso, querido lector, no se me haga el gracioso).Cuando le hice esa objeción, Pepe el Palomero me respondió con una lógica aplastante: “los que hablamos con los pájaros somos capaces de cualquier prodigio”. Y, entonces, bajó la voz, miró en varias direcciones, y me hizo una conmovedora confesión que nunca he podido olvidar: “yo soy una paloma que ha encarnado en un hombre”. (O sea, lo mismo que le ocurrió a Chávez, pero al revés).

Este interesante fenómeno de la transmutación de hombres y aves no duró excesivamente. Una tarde de invierno, Pepe el Palomero desapareció ante nuestros ojos. Se lo llevó una ambulancia.

Para evitar escándalos, uno de los enfermeros, mientras le ponía un camisón blanco, largo yenguatado, para que no se hiciera daño, le dijo que él también era una paloma disfrazada deenfermero, personalmente adiestrada por Alfred Hitchcock para desempeñar ese rol. Se lo llevaban, afirmó, a un bello palomar donde podría conversar con muchas criaturas semejantes a él. Pepe parecía feliz. Se despidió de mí saludando con la mano como un político en medio de una campaña. El enfermero-paloma (o al revés), situado a sus espaldas, donde Pepe no lo podía ver, hacía círculos con su dedo índice sobre la sien, con más melancolía que burla.Hasta creo que silabeó una palabra con sus labios, pero sin llegar a pronunciarla. Me parece que dijo: es-qui-zo-fre-nia. No lo entendí bien.

Estimados amigos: Conste que no lo había leído cuando escribí mi último Desahogo, sobre Maduro y Fidel, en caso contrario, y por elemental caridad cristiana, no lo hubiera escrito. Saludos, LBO

La maracapana por Oswaldo Páez-Pumar


Como parte de la política de inclusión y de reconciliación de los
venezolanos tan necesaria en estos tiempos signados por una violencia
extrema, carente de antecedentes desde la firma entre Bolívar y Morillo del
Armisticio y del Tratado de Regularización de la Guerra el 25 y 26 de
noviembre de 1820, salvo quizá por algunas de las tropelías de Zamora
durante la guerra federal, in-Maduro ofrece a quienes no voten por él una
maldición.

Nos la presenta como una maldición ancestral. Pero es él quien la
profiere. Su inmadurez le impide percatarse de que las maldiciones no son
como los pajaritos que andan volando y se posan inesperadamente sobre
alguien, para darle un mensaje silbado o para cagarlo, sino que por el
contrario son expresiones de deseos de quienes las profieren.

Él quiere maldecir a quienes no voten por él, pero el peso de hacerlo
empleando las doce letras que la configuran “malditos sean” se le antoja que
puede producir efectos adversos para sus aspiraciones, generando una
reacción de rechazo entre quienes la escuchen. Por eso la disfraza. Es parte
del discurso hipócrita de quienes ofrecen paz pero idolatran a “la violencia
como partera de la historia”.

Es también parte del imaginario mágico-religioso que el chavismo
maneja como componente de su mensaje político y que con la muerte de
Chávez ha exacerbado a niveles de grosera profanación, como el falso
Rosario con cuentas rojas y la imagen del fallecido, que pretende fusionar en
sacrílega simbiosis el culto a Dios con la idolatría. No por azar es que el in-
Maduro es escogencia cubana porque en esa isla se desarrollan en miles de
formas diferentes cultos a satán.

La promesa de freír en aceite a adecos y copeyanos formulada por el
difunto que es manifestación de un odio, o rencor albergado en su alma,
tiene la dispensa de que por su exorbitancia puede entenderse y hasta
interpretarse como metafórica, pero la maldición de Nicolás no lo es, es
descarga del odio que no se contenta con la muerte física del adversario, sino
que quiere su destrucción, que sea condenado o castigado por Dios. Extraño
anhelo para un no creyente.

Caracas, 8 de abril de 2013

8/4/13

Maduro y Fidel por Luis Betancourt Oteyza


“La Soberanía del Pueblo es la única autoridad legítima de las naciones”
Simón Bolívar, 25/5/1826

Nicolás Maduro, ex canciller y ex vicepresidente, del fallecido Hugo Chávez
ha sido postulado como candidato a la Presidencia de la República en las
elecciones previstas para el próximo 14 de abril. A Maduro no lo escogió
una asamblea del PSUV, ni siquiera su directiva; tampoco lo escogió el
PCV, lo anunció Chávez antes de partir a la muerte en Cuba, su paraíso
ideológico, y lo anunció porque así lo decidió Fidel Castro y su corte
sangrienta de aprovechadores que han sentado sus reales en Venezuela.
Maduro es entonces el candidato de Fidel con la particularidad que es el
candidato de Fidel Castro para Fidel Castro. Me explico: Cualquiera tiene
derecho a postular un candidato en las elecciones para Presidente de
Venezuela porque considera que ese postulado servirá adecuadamente al
país que regirá y cuidará los intereses de los venezolanos, de Venezuela;
en este caso no es así. Fidel Castro, el sangriento dictador cubano, ha
escogido y postulado a Nicolás Maduro como candidato a Presidente de
Venezuela para que sirva a sus intereses y mantenga a la maquinaria de
la tiranía castrista a costa de los venezolanos; que mantenga el Ejército
Revolucionario Cubano a costa del sacrificio del Ejército de Venezuela.
Que mantenga al aparato comunista cubano y sus cipayos en el mundo a
costa del abandono del pueblo venezolano. Esto es verdad y muy grave.
Maduro está al servicio de una potencia extranjera que conspira contra
los intereses nacionales; es un caso de traición a la patria, y Maduro, no
solo no lo niega sino que lo asume con orgullo, orgullo transnacional, lo
canta con himno y todo. Maduro no aspira a ser el Comandante en Jefe de
las FAN de Venezuela sino el intermediario de la dominación extranjera;
algo similar a lo que fue el Capitán General Vicente Emparan hasta que el
pueblo de Caracas lo desconoció el 19 de abril de1810.

Esta sumisión de Maduro, y el chavismo en general, al castro-comunismo
es producto de su alienación mental e ideológica inculcada en su
entrenamiento en Cuba a mediados de los años 80 del siglo pasado

con su adoctrinamiento en la “Escuela Superior del Partido Comunista
Cubano Ñico López” en La Habana. Ya había sido captado para el castro-
comunismo en Caracas y llevado a allí para su entrenamiento y confección
como agente al servicio de Fidel Castro. Resultó un buen alumno y mejor
discípulo, un buen agente al servicio de la Cuba castro-comunista y en
Venezuela.

Ahora bien, Maduro reúne unas condiciones especiales como candidato
en estas elecciones, adicionales a ser objeto de una voluntad extranjera
e impuesta a Venezuela, que lo hacen inviable e inaceptable para los
venezolanos, civiles y militares, que no se pueden obviar en estos
momentos: Su cargo de vice-presidente de Chávez cesó cuando éste
no pudo tomar posesión el 10 de enero del 2013, fecha límite según
la constitución, y sin embargo continúo en esa usurpación; no podía
seguir de vice-presidente de un Presidente inexistente. Sin embargo,
la complicidad del TSJ le inventó una autorización, para complacer
la decisión de Fidel Castro, con la excusa de aceptar las palabras del
moribundo Chávez y una improcedente “continuidad administrativa”.
Después de anunciar, a duras penas y por obra de la presión de los
estudiantes ante la embajada de Castro en Caracas, la muerte de Chávez,
evidentemente en La Habana, y desarrollar el absurdo espectáculo del
funeral y entierro inconcluso, asumió la ficción de Presidente Encargado,
que no existe en la constitución, para que, violando otra vez ésta, gracias a
otra decisión inconstitucional de la sumisa comparsa que maneja el otrora
alto tribunal, obviará el impedimento previsto en ese máximo texto para
ser candidato. Esta actitud ilegal e inconstitucional del llamado TSJ no
subsanó los vicios de la espuria presidencia encargada de Maduro sino
que arropó al mismo tribunal sumiso con su vicio. Todo esto nos indica
que Nicolás Maduro es un usurpador de la Presidencia, en violación de la
constitución, violación constitucional igual a lo que fue el plebiscito que le
inventara Laureanito Vallenilla para mantener en el poder a Marcos Pérez
Jiménez en contra a lo ordenado por la constitución del 52, hecha para
aquel dictador, y que produjo el alzamiento del Comandante Hugo Trejo,
con el Capitán Martín Parada, 15 días después para acabar con aquella
dictadura 23 días más tarde. Maduro está hoy en la misma situación
inconstitucional en que quedó Pérez Jiménez con su plebiscito.

Ahora se pretende subsanar todos los vicios que arrastra la “presidencia
encargada” de Maduro con una “legitimidad” electoral por la vía del
fraude previsto para el 14 de abril. Y eso no será posible.

El desarrollo de los acontecimientos en esta manipulada campaña para
escoger el sustituto de Chávez está evidenciando, otra vez, que el pueblo
venezolano no quiere seguir sometido a Fidel Castro; que la candidatura
de Capriles es su instrumento de liberación. Que desprecia la dominación
cubana castro-comunista. Que quiere retomar su libertad y ejercer su
Soberanía Nacional, como lo pautara El Libertador en 1826. Que no quiere
seguir manteniendo a la dictadura cubana en desmedro de los intereses
de Venezuela.

Por lo que lo único que le queda a Fidel es repetir otro fraude electoral
para mantener a su servidor escogido bajo su mando. Estamos sufriendo
una “autocracia electoral” que mediante el uso de la electrónica nos
impone una tiranía, nos quiere mantener al servicio de una potencia
extranjera, como es la Cuba castro-comunista, y trata de “legitimar” a su
candidato Maduro en la presidencia

¿Lo aceptaremos los venezolanos? ¿Nos tragaremos, en nombre de una
paz ficticia, otro fraude de un CNE chavista? ¿Renunciarán nuestras FAN
a su condición de “Herederos de las glorias del Ejército Libertador de
Simón Bolívar y José Antonio Páez”? No lo creo. Por eso debemos animar
a Henrique Capriles a desconocer la tramoya preparada por el CNE y,
a pesar de su corta edad, entender que la aceptación de otro fraude a
favor del tirano Fidel Castro puede ser el fin de Venezuela y su vida como
Nación independiente, como nos la legaran los libertadores en 1821 y
1830.

Caracas, 7 de abril de 2013


5/4/13

El pajarito por Oswaldo Páez-Pumar


Desde que Carlos Marx acuñó la frase “la religión es el opio del pueblo” sus seguidores han practicado la creación del santoral comunista. La lista la encabeza Lenin y sigue Stalin, que fue sin duda uno de los mayores criminales de la historia de la humanidad. Los llevados a los altares pueden ser olvidados deliberadamente por el gobierno, como ocurre con Mao en China, pero jamás se les desenmascara porque el mito popular conserva sus adeptos y porque pueden llegar a ser utilizados de nuevo.

El proceso de santificación lo inician, a diferencia de lo que ocurre en el cristianismo, no después de la muerte sino durante la vida y debe haber concluido para cuando llegue la muerte. Los tres ya mencionados fueron deificados en vida, como lo ha sido Castro. Se pretendió con Chávez, aunque su corta vida quizá impidió lograr el objetivo a pesar de los recursos económicos, las cadenas y sobre todo la existencia de esa cofradía que le rodeaba que era capaz, para la construcción del mito, de aceptar la responsabilidad que él les atribuía por todas las ineficacias y fracasos en los planes, de manera que él fuera liberado de toda responsabilidad y que el pueblo atribuyera la culpa a sus colaboradores.

Por eso el proceso de santificación ha continuado después de su muerte ya que entre los responsables de lo malo que ocurría estuvo y está Maduro, que fue el escogido para sucederle y la escogencia también necesita que la cubra el manto de la santidad. El proceso no es una línea continua sino sinuosa, porque estos militantes del ateísmo como conocen que el sentimiento religioso y la creencia en Dios es la característica más generalizada entre los seres humanos la usan aunque la rechacen. Oímos al mismo tiempo a Isaías Rodríguez que cuenta su encuentro místico con el difunto Chávez mientras Mario Silva, reafirma su condición de ateo al tiempo que califica a Dios como “el más grande hijo de puta”.

En esa deificación, además de la blasfemia de Silva, hay tres hitos mágico-religiosos el de Isaías, la supuesta intervención desde el cielo para la escogencia de un Papa latinoamericano (¿por qué no venezolano, si la influencia es real?), y el pajarito de Maduro, que aunque llame a risa, hay que tomarlo en serio pues está orientado, perversamente, a los estratos de menor nivel educativo, donde la religión y la magia se confunden.

Caracas, 4 de abril de 2013

Las tres parcas por Oswaldo Páez-Pumar

No vayan a pensar mis lectores que voy a escribir sobre Cloto, Láquesis y Átropos las tres parcas de la mitología griega, la que hilaba, la que devanaba y la que cortaba el hilo de la vida. Me refiero a Tibisay, Sandra y Socorro, y si empleo la alegoría es porque éstas igual que aquellas actúan como en concierto. Una organiza el registro, la otra la forma de votar y la tercera cuenta. No necesariamente en el orden dicho.

Si de alguna manera el término parcas también les cuadra es porque a diferencia del fallecido presidente y del intento que por imitarlo hace Nicolás, ellas no se muestran prolijas en sus declaraciones, son más bien parcas. Sin embargo, esa parquedad que las caracteriza no significa que sean menos contundentes, tanto como lo podía ser el corte del hilo de la vida de un hombre que realizaba Átropos. Es así como cerrado el registro electoral, se autoriza el cambio del domicilio electoral de Nicolás porque sí. Al fin y al cabo no es la primera vez que lo han hecho y si lo hicieron para la elección de gobernadores, creando el precedente ¿por qué no lo pueden repetir para Nicolás?

También han decidido que la difusión mil veces repetida de la llamada “obra de gobierno” no es propaganda electoral, aunque el diccionario defina propaganda “como la acción de dar a conocer una cosa con el fin de atraer adeptos”. Y yo, hasta me permitiría decir que efectivamente no lo es, porque esa obra no atrae adeptos sino incita a salir corriendo, pero esa es mi subjetividad, mientras que en el caso de TSS están ufanas, orondas y satisfechas con lo que se difunde, lo que evidencia que se sienten atraídas por el mensaje, que es lo que caracteriza a la propaganda para ganar adeptos.

Lo paradójico, que nunca falta en las acciones de TSS en el CNE, es que siguiendo su línea de ¿pensamiento? deberían calificar de igual modo, es decir, como que no se trata de propaganda electoral, la crítica que hace la oposición a esa obra magnífica, puesto que sería “dar coces contra el aguijón” y se lograría el efecto contrario en favor de Nicolás ¿Sería por esta razón que la prohíben?

Termino con una aclaratoria: Lejos de mí está cuando acudí a la alegoría de las parcas pretender que como las de la mitología tienen figuras de viejas, aunque ya hayan pasado su mejor momento.

Caracas, 3 de abril de 2013