Si desea comunicarse con nosotros puede hacerlo por forodemocratacristiano@gmail.com
o hacer click en "comentarios" debajo de cada artículo para dejar su opinión.

17/3/12

Juez mandria por Oswaldo Páez-Pumar


El calificativo va dirigido al juez Robinson Vásquez, pero junto a él se le aplica a una cadena de jueces involucrados en el caso de la juez Afiuni. Sin embargo, hay que recalcar que la situación de la juez no se origina en lo apocado e inútiles que se han mostrado los que han figurado como rectores de este tortuoso proceso. El origen y la responsabilidad por el atropello a los derechos humanos de la juez y a la Constitución y  leyes de la República radican en quien ejerce la primera magistratura, HRCHF.

Por eso, el patético llanto del responsable, parafraseando la última proclama del Libertador, antes de partir a Cuba para otra intervención quirúrgica solicitando del pueblo que llore y sufra con él por el mal que lo aqueja; y el remedo de los corifeos que se desgarran las vestiduras ante quienes no participan del llanto funerario acusándolos de “inhumanidad”, resulta no solamente risible, sino también despreciable.
En estos veinte años el pueblo ha visto como ese responsable es capaz de injuriar cuando se siente fuerte y de implorar cuando se siente débil; y al contrario, de vejar a quien percibe débil y de humillarse ante quien estima fuerte. La antípoda de la justicia del Mariscal Sucre a los vencidos en Ayacucho, que la proclamó igual antes que después de la victoria.

Es esa la justicia que está siendo administrada por los mandrias, un remedo del deseo de saciar con agresiones el enorme vacío que el complejo de inferioridad, trocado en creencia de superioridad, produce en el responsable; que quiere que bajo privación absoluta de libertad se lleve el proceso ordenado por él contra la juez Afiuni, porque ella a su vez osó concederla de acuerdo con la ley, no absolución de los cargos, sino juicio en libertad, al banquero Cedeño, quien también fue sujeto de una acusación presidencial.
Por eso suenan proditorios los lamentos sobre la enfermedad del responsable frente a la saña mostrada por él y sus acólitos ante la enfermedad ajena.

Los jueces actuantes pertenecen a esa categoría de los “tibios” a quienes Dante reservara un lugar especial en el infierno y quizá ni lo merezcan. Vistos con ojos de caridad habrá quien diga que en su misericordia infinita Dios les está dando el pan de cada día que su condición de inútiles, a pesar del título de abogados, les impide obtener por si mismos.

Caracas, 15 de marzo de 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario