Medio siglo ha transcurrido y la foto muda
testimonia el asesinato del soldado en Puerto Cabello. Uno de entre muchos.
Ahora los autores de esa matanza y de otras más pretenden que van a enjuiciar a
los que en defensa de la libertad y la soberanía de Venezuela les hicieron
frente y los derrotaron. Quieren reescribir la historia. Es la obcecación
perenne de los comunistas.
Hoy como ayer sirven por igual a Castro y participan de buen grado en el contubernio que con éste
tiene un egresado de la academia militar de Venezuela, igualmente obsesionado
por reescribir la historia para ver si se logra colar entre los combatientes en
la Sierra Maestra, pero la única sierra que se le ofrece es muy pequeña y
paradójicamente lleva por nombre “La Planicie”.
Pero no pueden evitar caer dos veces en el
mismo hoyo, porque de casta le viene al galgo; y mientras acusan de todos los
delitos habidos y por haber a quienes los derrotaron, indultaron, pacificaron y
asimilaron a una democracia que les ofreció trato igual y hasta libertad para
conspirar contra ella, actúan ahora en San Camilo armados imponiendo sus reglas
al margen de la Constitución y de las leyes, protegidos por funcionarios del
estado; y al ser abatidos proclaman que no son delincuentes, como no lo es para
el procurador, el Chacal.
No hago solicitud para que se les enjuicie por
los delitos que cometieron hace veinte años. Creo que la prescripción es una
notable institución que trae más bienes que males y ha permitido que la
humanidad se reconstruya de tantas guerras hacia mejores formas de
entendimiento.
El pasado está enterrado aun para aquellos
que alimentan su alma con el veneno del odio y de la envidia pero no así el
presente. El delito de incitación al odio que ha derivado en la astronómica
cifra de homicidios usualmente acompañados de un nivel de sevicia inconmensurable, deberá recibir sanción, como también deben
recibirla los que allá en Colombia quedaron confesos en su condición de
asesinos, aunque no exista la foto muda testimonial de Puerto Cabello, sino los
cadáveres con “tiros de gracia” de cuatro secuestrados a quienes llaman
“rehenes” los compañeros de ruta de los re escribidores de la historia.
Caracas,
29 de noviembre de 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario