Por la
prensa anuncia el ministro Navarro que hay saboteadores del exitoso desempeño
de su gestión y de la empresa socialista de energía eléctrica. Al igual que su
jefe ha desarrollado el hábito de atribuir a otros lo que se propone hacer. Es
la vieja argucia totalitaria que implantaron Stalin y Hitler. Por eso denuncia
que entre los planes de los saboteadores está cortar el suministro eléctrico el
7 O.
En
realidad el gobierno siempre ha encontrado en quien descargar la culpa de su
propia incapacidad. Es un latiguillo, pero que lleva varios nombres, en este
orden: el imperio, el gobierno anterior, el puntofijismo, la burguesía, la corriente del Niño y una iguana.
Pero
ahora se encuentra en la encrucijada electoral atrapado por la ficción de
democracia con la que se quiere exhibir en el ámbito internacional. Ha
destruido todas las instituciones para que impere omnímoda su voluntad y se ve
imposibilitado de dirigir la orquesta; y por supuesto cada instrumento toca a
su libre arbitrio y no se produce música sino ruido. Digo cada instrumento
porque ministros, diputados y magistrados durante estos trece años y medio han
sido eso: instrumentos que el iluminado de Sabaneta toca y suenan de acuerdo
con el toque.
La hora
de darle una patada a la mesa y con ella al disfraz de democracia está cercana,
o mejor dicho, la democracia lo está cercando; y que mejor patada puede haber
si la da la oposición saboteando la electricidad, lo que hace imposible
realizar la elección porque no funcionarán ni las capta huellas, ni las
máquinas de votación. El ministro quiere atribuir a la oposición la idea que le
pasó por la cabeza para abortar las elecciones que no es otra sino cortar la
electricidad y culpar a la oposición saboteadora y golpista.
Lo que
el ministro no sabe es que lo que está inventando para atribuírselo a la
oposición es verdad. Efectivamente la oposición va a cortar la electricidad, es
decir, va a haber un apagón larguísimo y como ya está descubierto y hasta
confesado ha llegado la hora ¡Ministro! de
diseñar el plan de contingencia. El gobierno no está para denuncias,
sino para prevención. Por eso se requiere instrumentar aceleradamente la
elección manual y el conteo manual para impedir el saboteo de la oposición; y
no importa que saboteen la electricidad, pero esos escuálidos majunches no
sabotearán la democracia.
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