Muchos pudimos ver la transmisión del show de
Chávez en Amuay frente a un plano desfasado de la refinería siniestrada, con su
puntero de profesor frustrado, cuando mandó a buscar a la periodista Carmen
Andrea Rengifo de la cadena colombiana RCN para acosarla por haber reportado
declaraciones de víctimas y damnificados que acusaron haber sentido y olido gas
días antes de la explosión y consecuente tragedia de casi 100 muertos hasta
esta fecha. De manera cobarde y prepotente, valido de sus escoltas y cargo,
increpó a la joven periodista para desprestigiarla y desmentir su versión, y la
de los vecinos que denunciaron escapes de gas antes de la explosión. No pudo,
la mujer fue más que él, no se amilanó y sostuvo su versión, ante lo cual
groseramente le dio la espalda Nada
extraño en este presidente prepotente, altanero y autoritario. Dar la espalda
siempre ha sido su especialidad. –http://tco/QaT2APbb-
Le irritaba sobremanera que la versión de los
vecinos sobre los escapes de gas, desatendidos por mucho tiempo antes de la
tragedia que vivieron, respalda las denuncias de falta de mantenimiento como
causa de lo ocurrido en Amuay. Chávez no puede permitir que esa especie coja
cuerpo porque sabe que es verdad y que le va a costar caro a él y a su ministro
Ramírez. Veamos.
Las tragedias pueden tener origen diverso, pueden
ocurrir por un Hecho Fortuito, algún fenómeno natural no previsible: terremoto,
maremoto, un rayo no neutralizable con un pararrayo oportuno, etc., en cuyo
caso el responsable sería Dios o la naturaleza, según la fe de cada quien; así
fue en el caso del tsunami de Japón que destruyó una planta nuclear.
También
pueden ocurrir por un Hecho Intencional, en cuyo caso sería un acto de sabotaje
o de terrorismo, como lo fue la destrucción de las torres gemelas de Nueva
York; o pueden ocurrir de manera Accidental, en cuyo caso hay al menos un
responsable. Así fue cuando la central nuclear rusa en Chernóbil, donde un
generalote se empeñó en desatender las alarmas de sus técnicos y se produjo uno
de los accidentes más costosos que se conocen. En el caso de Amuay o el puente
de Cúpira no medió ningún fenómeno natural, ni tampoco un acto de terrorismo o
saboteo, por la vigilancia que había y, en el caso de la refinería, la
explosión ocurrió al lado del cuartel de la GN. El puente de Cúpira se cae
porque intentaron pasar una grúa con un peso del doble a su capacidad y las
autoridades encargadas de mantenerlo, Ministerio de Transporte, no había
colocado las advertencias de su peso máximo ni la alcabala, casi un cuartel de la
GN, que está a menos de 100
metros , detuvo a la grúa que le pasó por las narices
¿Esos GN no estaban instruidos por su teniente o capitán ni éstos por su
comandante del respectivo CORE de su deber y solamente se dedican a matraquear
a los pendejos? En Amuay tampoco ocurrió un tsunami previo, por más que Chávez
amenace con convencer de ello a la valiente periodista colombiana de lo
contrario, sino que se produjo un enorme y continuado descuido de un escape de
gas de tuberías que no debían permitirlo y no estaban funcionando como es
debido, es decir, por falta de mantenimiento. En Amuay ocurrió un accidente, y
como todo accidente ocurre por impericia, imprudencia o negligencia, de
alguien, en algunos casos hasta de la propia víctima; es decir, que hubo un
responsable y ése es el que detenta la autoridad y responsabilidad de cuidar
los bienes y personas. En Amuay el responsable es el que maneja la refinería,
el empleador y su propietario, o sea, Rafael Ramírez y Hugo Chávez. Por esto es
que hay que marear a la periodista colombiana, y a todo el país, para que no
descubran la falta de mantenimiento, que es la culpa de Chávez y de su ministro
Ramírez en la tragedia de Amuay. Más nada.
Está vigente una ley muy peligrosa para Chávez,
como toda ley, pero muy interesante para Venezuela. Es la Ley Orgánica de
Prevención, Condiciones y Medio Ambiente del Trabajo, la famosa LOPCYMAT, que
establece en su artículo 131 que: “En caso de muerte de un trabajador…el
empleador (Rafael Ramírez, Presidente de PDVSA, y Hugo Chávez, patrón y
propietario de PDVSA) serán sancionados con pena de 8 a 10 años.”; y en el artículo
132 estipula que, en vista de ser delitos de acción pública, ordena a la
Fiscalía intervenir de oficio, sin esperar órdenes de nadie ¿La Fiscal va a
actuar contra Ramírez y Chávez o seguirá torturando a la juez Afiuni?
No nos hagamos ilusiones, la Fiscalía no actuará
porque es alcahuete, forma parte de una pandilla de cómplices, de ministros
cómplices, comandados por un Presidente culpable ¡Ya basta!
Caracas, 27 de agosto de 2012
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