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18/2/13

La GN, Maduro y los Estudiantes por Luis Betancourt Oteyza


“El espíritu de resistencia es lo que ha enseñado al hombre a ponerse de pié y a asumir posición erguida, en lugar de andar en cuatro patas”
Winston Spencer Churchill

La Guardia Nacional fue fundada por el más civil de los militares gomecistas y precursor esclarecido de nuestra era democrática moderna, el General Eleazar López Contreras, mediante decreto del 4 de agosto de 1937. Su misión fue definida por los objetivos de: “Defender y preservar el hogar venezolano, las garantías individuales y la propiedad”. 

Fue concebida como un cuerpo moderno para su época pues debía actuar como una policía rural “a caballo” que guareciera a esa Venezuela campesina huérfana de protección. Rufino Blanco Fombona orientó a López Contreras recomendando la asesoría de la Guardia Civil española, cuyos oficiales en misión fueron los primeros instructores del cuerpo que nació bajo el comando del Coronel Aniceto Cubillán en su primera sede caraqueña de la quinta Villa Zoila, antigua residencia del déspota Cipriano Castro, devenida en ergástula para tormento a los jóvenes oficiales del ejército caídos con el Capitán Luis Rafael Pimentel en su conspiración de febrero de 1919, y que allí fueron colgados por sus testículos para que confesaran los comprometidos en su afán de libertad contra aquella dictadura, y donde tuvo el cuestionado honor de sufrir mi padre, el subteniente Pedro Betancourt Grillet. De esos primeros pasos, ajenos a ese horror, la Guardia Nacional fue creciendo en utilidad y afecto en los en  venezolanos, sobre todo en el campo, hasta que su Comandante (de verdad) Oscar Tamayo Suárez llevó el cuerpo, en puja histórica con el anterior dictador, Marcos Pérez Jiménez, al rango de “Fuerzas Armadas de Cooperación”(1954), y de allí a cuarto componente de nuestras FAN (Art. 328 de la C.N.). Esta realidad produjo una rivalidad con el ejército de tierra, por la semejanza del uniforme y su despliegue territorial no constreñido a los cuarteles, que quiso resolver el Tirano Chávez en los primeros momentos de su gestión acosando a la GN, desprestigiándola ante el pueblo con su verborrea irresponsable, al punto de prohibirle actuar en defensa del orden público con ocasión de algún disturbio en el oriente en aquel entonces. Esta amenaza llevó a los altos mandos del componente a dos posiciones: una digna, que se rebeló el 11 de abril de 2002, y otra rastrera que ha pervivido hasta ahora, para vergüenza de sus oficiales y guardias. Hoy, bautizada forzosamente “Guardia Nacional Bolivariana” o “Guardia del Pueblo”, los venezolanos la vemos como “Guardia Bolivarista”, por su conducta delictual y mercenaria. El chavismo la ha utilizado para abusar del pueblo, ponerla al frente de atropellos de todos, empezando por los más humildes y, como las antiguas tropas bárbaras, permitirles el saqueo de bienes y personas. Esto lo resiente el guardia y sus oficiales honestos, que son la mayoría. Ellos esperan su momento para regresar a vivir su honor como divisa.

Nicolás Maduro fue anunciado como su heredero por el Tirano Chávez en el adiós definitivo del 9 de diciembre de 2012. Ejercía como canciller y vicepresidente, en prueba de la carencia del régimen: no había muchos para tantas complicidades, a criterio de La Habana. Su origen se disfraza de líder sindical del metro de Caracas aunque nadie lo recuerda en esas lides. Su deslinde con la decencia política la inició en sus primeros pasos del régimen ofendiendo y maltratando a cuantos despreciaba por distintos a él y sus consignas. Muchos pensamos que su patología provenía de tan solo un resentimiento social e intelectual acunado en sus orígenes y prejuicios familiares, sin advertir que desde tempranas épocas se había adherido a la dictadura cubana de los crueles hermanos Castro.

Era su agente no descubierto y solo eso explicaba que con tan pocas luces figurara en las más altas posiciones del oficialismo. La lealtad no explicaba todo y tuvo que llegar la agonía de Chávez para descubrir el origen de su poder y encargo: Maduro es un agente de Fidel Castro y su régimen; no responde a intereses venezolanos, revolucionarios o militares, no, es un hombre de Fidel entonces y ahora de Raúl Castro y Ramiro Valdés. Todo se devela su tiempo, como ocurrió con los viejos espías del decadente imperio soviético y la guerra fría.

Estas precisiones que nos anteceden vienen al caso por la rebelión que ha marcado nuestra Historia por unos jóvenes estudiantes que se han atrincherado frente al peor enemigo hoy de Venezuela, su libertad y su futuro: Cuba comunista. En valiente e inteligente gesto, casi un Falke caraqueño, se atropellaron por las calles de Chuao, contra fuerzas policiales y militares superiores, contra armas de contundencia y fuego, para protestar por el dominio de Cuba comunista sobre los venezolanos, incluidos sus compañeros de las academias militares. Fueron reprimidos, golpeados y atropellados con saña por efectivos que visten el uniforme de la GN pero que en su espíritu son unos “bolivaristas mercenarios”. Los detuvieron para vejarlos pero no se atrevieron porque entre ellos hay quienes quieren tener honor por divisa y repudian este régimen traidor. Hoy allí están, al pie de la barricada, cantando sus himnos y consignas; retando al poder cubano que nos domina y dirige a nuestros traidores chavistas. Pasando frío y carencias materiales, pero henchidos de patria y orgullo; exaltando un pundonor del que habla el himno de nuestra Academia Militar que ya no se canta porque sigue siendo una oda a la dignidad, hoy escondida y avergonzada para los cadetes y cuarteles.

Esta gesta estudiantil la ha calificado Maduro de “detestable”. Y no puede hacer menos el agente de Fidel ayer y hoy de Raúl. Que enseña una pobre foto del Tirano leyendo con sus hijas un falso periódico para justificar su ilegal e inconstitucional vicepresidencia; que pretende hacer valer su usurpación con desparpajo con un montaje ridículo del agónico Tirano. Miente como le ordena su amo, que no es el pobre Chávez sino el verdadero: Fidel entonces, y hoy Ramiro Valdés y Raúl Castro. Mientras tanto nuestras FAN tragan grueso por el papelazo de alcahuetes a que han sido colocadas en este reparto de Venezuela a potencias e intereses coloniales de nuevo cuño, que no creen que esta es la patria de Bolívar, Sucre, Páez, López Contreras y tantos que nos dieron el orgullo de ser venezolanos, como estos estudiantes atrincherados detrás de un tricolor y una vergüenza que nos honra ¡Ya basta!

Caracas, 17 de febrero de 2013       

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