JULIO DÁVILA CÁRDENAS | EL UNIVERSAL
lunes 29 de octubre de 2012
Creo que ha llegado el momento de agradecer al actual régimen y en especial a su cabeza, todo lo que ha hecho por la unión familiar. Gracias a su gestión hemos visto cómo nuestros hijos y nietos y no solo los nuestros, sino los de muchas familias venezolanas se han visto obligados a emigrar a otros países lejanos y cercanos, en busca de un proyecto de vida que aquí se les ha negado. Al igual que Hitler, la diáspora, sin necesidad de hornos crematorios.
El teniente coronel retirado se debe sentir sumamente orgulloso por haber alcanzado tan especial logro. Quienes dedicamos la mayor parte de nuestros esfuerzos y sacrificios en tratar de darles la mejor educación y con ella un buen futuro a nuestros hijos, hemos visto cómo el resentimiento y la siembra del odio han dado sus frutos. Claro que esa cosecha no tiene un sabor agradable, más bien amargo como la hiel. El régimen probablemente considere que quienes recibieron esa educación constituyen una elite y como tal deben ser desechados, ya que lo que conviene a estos ideólogos es un parásito mental que solo piense en enriquecerse, pero hablando como defensor del pueblo y de la igualdad. El demagogo es fundamentalmente un gran engatusador.
Indudablemente que si se tenía en mente conservar el poder para toda la vida, sea esta corta, mediana o larga, lo apropiado es seguir las enseñanzas del tirano que ha oprimido a Cuba durante más de cincuenta años. Siguiendo ese ejemplo, pronto veremos cómo se continuará tratando de acaparar todo el poder en las manos de un solo individuo, mientras la población observa y siente cómo van esfumándose sus derechos y libertades y como todo dependerá de la voluntad del Gran Hermano. En ese momento no habrá más que sumisión y entrega. Es decir, se perderá la dignidad del ser humano.
¿Cómo se ha logrado? Desde hace más de doce años nos han suministrado múltiples planes de seguridad que lo único que han traído es la mayor inseguridad que jamás haya existido en el país. En forma paulatina se incrementan las fallas en los sistemas de energía eléctrica, no obstante que para solucionar el problema importaron a un Ramiro general que sabía tanto de electricidad como yo. Los planes de mantenimiento brillan por su ausencia, pero los pranes sí gozan de privilegios y misteriosamente logran huir de sus sitios de reclusión. Los hospitales públicos carecen cada vez más de lo indispensable, mientras su enfermedad viene siendo tratada en Cuba, para lo cual es probable que al centro clínico donde lo alojan se le hayan suministrado los más modernos equipos y medicinas. Mientras, quienes sufren de su misma enfermedad ven cómo se les va la vida por las carencias. La inflación es la mayor de América Latina. Se pretende ideologizar la educación y además nos anuncian la "buena nueva" de que la revolución se profundizará. ¿Y entonces, daremos las gracias o iremos a votar?
julio.davilacardenas@gmail.com
El teniente coronel retirado se debe sentir sumamente orgulloso por haber alcanzado tan especial logro. Quienes dedicamos la mayor parte de nuestros esfuerzos y sacrificios en tratar de darles la mejor educación y con ella un buen futuro a nuestros hijos, hemos visto cómo el resentimiento y la siembra del odio han dado sus frutos. Claro que esa cosecha no tiene un sabor agradable, más bien amargo como la hiel. El régimen probablemente considere que quienes recibieron esa educación constituyen una elite y como tal deben ser desechados, ya que lo que conviene a estos ideólogos es un parásito mental que solo piense en enriquecerse, pero hablando como defensor del pueblo y de la igualdad. El demagogo es fundamentalmente un gran engatusador.
Indudablemente que si se tenía en mente conservar el poder para toda la vida, sea esta corta, mediana o larga, lo apropiado es seguir las enseñanzas del tirano que ha oprimido a Cuba durante más de cincuenta años. Siguiendo ese ejemplo, pronto veremos cómo se continuará tratando de acaparar todo el poder en las manos de un solo individuo, mientras la población observa y siente cómo van esfumándose sus derechos y libertades y como todo dependerá de la voluntad del Gran Hermano. En ese momento no habrá más que sumisión y entrega. Es decir, se perderá la dignidad del ser humano.
¿Cómo se ha logrado? Desde hace más de doce años nos han suministrado múltiples planes de seguridad que lo único que han traído es la mayor inseguridad que jamás haya existido en el país. En forma paulatina se incrementan las fallas en los sistemas de energía eléctrica, no obstante que para solucionar el problema importaron a un Ramiro general que sabía tanto de electricidad como yo. Los planes de mantenimiento brillan por su ausencia, pero los pranes sí gozan de privilegios y misteriosamente logran huir de sus sitios de reclusión. Los hospitales públicos carecen cada vez más de lo indispensable, mientras su enfermedad viene siendo tratada en Cuba, para lo cual es probable que al centro clínico donde lo alojan se le hayan suministrado los más modernos equipos y medicinas. Mientras, quienes sufren de su misma enfermedad ven cómo se les va la vida por las carencias. La inflación es la mayor de América Latina. Se pretende ideologizar la educación y además nos anuncian la "buena nueva" de que la revolución se profundizará. ¿Y entonces, daremos las gracias o iremos a votar?
julio.davilacardenas@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario