Si desea comunicarse con nosotros puede hacerlo por forodemocratacristiano@gmail.com
o hacer click en "comentarios" debajo de cada artículo para dejar su opinión.

9/5/13

Dos formas de dialogar por Oswaldo Páez-Pumar


El llamado al diálogo puede ser una manifestación de la vocación democrática de quien lo formula, pero no se necesita ser demasiado perspicaz para advertir también que puede ser una posición estratégica. En estos catorce años el chavismo la ha practicado cada vez que se ha sentido débil. La vieja dialéctica de Lenin “un paso hacia atrás para dar luego dos hacia adelante”.

Curiosamente el paso hacia atrás viene precedido de un despliegue de violencia como advirtiendo “te puedo aplastar y te ofrezco diálogo, acércate mansito”. Ninguna otra lectura tiene lo ocurrido en la Asamblea, salvo que  necesitan el diálogo como el aire para respirar y por eso Michael Reyes se permite afirmar que asume los hechos, acostumbrado a ver la impunidad que los Castro le ofrecen a sus esbirros en Cuba, como les fue ofrecida a los asesinos de Puente Llaguno; y la oposición no puede negarse porque con despliegue publicitario ilimitado dirán “les ofrecimos diálogo y lo que quieren es guerra”.

Iremos, como dice el Evangelio,  como corderos, pero con la astucia de la serpiente y nuestra fortaleza radica en que aunque ellos quieren ponernos a participar en el sainete, nosotros no iremos para actuar sino para desarrollar el combate que ellos desconocen: el de la civilidad contra la barbarie, porque es claro que  cuando hablan de diálogo para la paz  lo que exigen de nosotros es que nos apacigüemos. Que no se confunda el deseo y la vocación de paz con el apaciguamiento.

Que tampoco se confunda la falta de entendimiento entre los nacionales de un país que lo anarquiza y lo puede llevar hacia situaciones dictatoriales, que en buena medida fue lo que condujo al triunfo de Chávez, con lo que hoy vive Venezuela: un régimen de vocación totalitaria que ofrece algunos espacios como parte del sainete donde escenifica una democracia que no es tal, con ocupación cubana.  No hay semejanza con lo que precedió a la guerra civil española, ni a Pérez Jiménez, ni a Pinochet,  sino con la bota soviética que aplastó sangrientamente toda rebelión en los países de Europa oriental, por 45 años hasta la caída del muro de Berlín en 1989. A algunos les parece que los 36 años de Franco son más largos; y a otros, que los diecisiete de Pinochet son más largos aún que los 54 de los hermanos Castro, que es la que se pretende imponer aquí, con el discípulo Maduro y Michael Reyes que viene a asumir los hechos.

Caracas, 7 de mayo de 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario