9/5/13
50 años de confusión por Oswaldo Páez-Pumar
Estas cosas no pasaban cuando Chávez. Es verdad que, siguiendo el ejemplo de su mentor político Castro, él también denunció durante todos estos años la existencia de conspiraciones y conspiradores que atentarían contra su vida. Por supuesto, no podía faltar la guinda en el pastel. Todas esas conspiraciones eran maquinadas en el imperio mismo y el órgano siniestro que tejía la urdimbre de ese maquiavélico objetivo no podía ser otro que la CIA.
No llegó Chávez en sus catorce años de gobierno a acercarse ni siquiera remotamente al número de conspiraciones que Castro se vio obligado a develar para poder sostenerse al frente de la revolución, pero hay que tomar en cuenta que cuando él tomó posesión por primera vez el 2 de febrero de 1999, ya Castro había cumplido 40 años en ejercicio del poder; y que muchos de esos años transcurrieron durante el período que se conoció como “guerra fría”, quizá porque la frialdad con la que se contemplaban las guerras que se desarrollaban en tantas latitudes, o se movían los peones que las protagonizarían, era común en USA y en URSS.
Es cierto también que Chávez llegó a incurrir, en su afán de denunciar posibles atentados contra su persona, en desatinos grandes y graves, como lo fue el caso de la “conspiración de los cachitos”, pero tuvo, no diremos “la prudencia” porque ésta siempre le fue esquiva, pero al menos el ángel protector que le impidió acusar a Uribe de fraguar su muerte en el momento más álgido de las relaciones colombo-venezolanas; y ahora viene Nicolás cuando Santos ha declarado que Chávez era el “nuevo mejor amigo” a erosionar esa amistad acusando a Uribe y forzando al gobierno de Colombia a exigir reparación por lo dicho.
Los 50 años de vida de Nicolás son 50 años de confusión, quizá por eso ordenó la detención del cineasta Tim Tracy a quien acusa de agente de la CIA y organizador de una conspiración para derrocar al gobierno. Nicolás deja quieto a ese joven. El agente de la CIA no es Tim Tracy sino Dick Tracy, que fue el primero en usar teléfono celular lo llevaba en la muñeca como si fuera un reloj y está fuera de circulación hace ya unos cuantos años. Salvo los cursos en Cuba para ponerte a su servicio, no has leído sino comiquitas.
Caracas, 8 de mayo de 2013
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