EL UNIVERSAL
Así demuestran los nuevos líderes del oficialismo lo que sería un gobierno de cualquiera de ellos
Días de incertidumbre son los que hemos tenido desde el pasado año. Días de confusión provocada por los mismos voceros del gobierno. Días en que se pretende sembrar temor a buena parte de la población. A los venezolanos nos han tratado de someter a los mismos designios que el tenebroso régimen de los hermanos Castro ha impuesto durante más de cincuenta años al pueblo cubano.
Es decir, desde que se inició el primer gobierno de Chávez, hace ya más de trece años, todas las actuaciones han estado enfocadas hacia el poder hegemónico. Hemos retrocedido a la forma de gobernar de Luis XIV, L'État c'est moi. Lo cual significa retornar a la segunda mitad del siglo XVII, en pleno siglo XXI.
En efecto, el régimen ejerce no sólo el control del Poder Ejecutivo, sino también el de los poderes Legislativo y Judicial, sin olvidar a los nuevos poderes, Electoral y Ciudadano. La situación de la Fuerza Armada es bastante dudosa, ya que aun cuando los más altos rangos también se encuentran bajo el estricto control del Ejecutivo, -aunque algunos dicen que quien ejerce el control sobre estos es el presidente del Legislativo-, hay quienes piensan que a niveles más bajos la situación es diferente, ya que debe haber bastante descontento por la descarada intervención de los militares cubanos.
A raíz de la enfermedad del presidente se ha formado una especie de sampablera velada en el seno del partido de gobierno, no obstante que tratan de aparentar una unidad que a todas luces no existe, ya que la ambición de poder destila por los poros de Maduro, Cabello y de algunos otros. Llega a tal extremo el enfrentamiento, que en lo único que se han podido poner de acuerdo es en que no están de acuerdo. Por esto, Maduro no acepta que Cabello se encargue de la presidencia, por temor a perder poder y éste no permite que Maduro lo haga, lo cual además sería absolutamente inconstitucional. Y lo peor es que esta sinrazón trae como consecuencia que a partir del 10 de enero, los venezolanos estamos sin un gobierno legítimo, ya que de no encargarse el presidente de la Asamblea no habrá quien designe al vicepresidente, a los ministros ni a ningún otro funcionario del nuevo gobierno que debió iniciarse el mismo día, dado que el anterior feneció el 10 de enero, como lo establece la Constitución, cuando estipula en su artículo 230, que el período presidencial es de seis años. El artículo 138 de la Carta Magna dispone que toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos.
Así demuestran los nuevos líderes del oficialismo lo que sería un gobierno de cualquiera de ellos. Aun cuando parezca increíble, cuando pensábamos que habíamos llegado a tocar fondo seguimos escarbando, como alguna vez dijo Bryce Echenique que hacían los peruanos. A Dios gracias existen los artículos 333 y 350 de la Constitución.
julio.davilacardenas@gmail.com
Es decir, desde que se inició el primer gobierno de Chávez, hace ya más de trece años, todas las actuaciones han estado enfocadas hacia el poder hegemónico. Hemos retrocedido a la forma de gobernar de Luis XIV, L'État c'est moi. Lo cual significa retornar a la segunda mitad del siglo XVII, en pleno siglo XXI.
En efecto, el régimen ejerce no sólo el control del Poder Ejecutivo, sino también el de los poderes Legislativo y Judicial, sin olvidar a los nuevos poderes, Electoral y Ciudadano. La situación de la Fuerza Armada es bastante dudosa, ya que aun cuando los más altos rangos también se encuentran bajo el estricto control del Ejecutivo, -aunque algunos dicen que quien ejerce el control sobre estos es el presidente del Legislativo-, hay quienes piensan que a niveles más bajos la situación es diferente, ya que debe haber bastante descontento por la descarada intervención de los militares cubanos.
A raíz de la enfermedad del presidente se ha formado una especie de sampablera velada en el seno del partido de gobierno, no obstante que tratan de aparentar una unidad que a todas luces no existe, ya que la ambición de poder destila por los poros de Maduro, Cabello y de algunos otros. Llega a tal extremo el enfrentamiento, que en lo único que se han podido poner de acuerdo es en que no están de acuerdo. Por esto, Maduro no acepta que Cabello se encargue de la presidencia, por temor a perder poder y éste no permite que Maduro lo haga, lo cual además sería absolutamente inconstitucional. Y lo peor es que esta sinrazón trae como consecuencia que a partir del 10 de enero, los venezolanos estamos sin un gobierno legítimo, ya que de no encargarse el presidente de la Asamblea no habrá quien designe al vicepresidente, a los ministros ni a ningún otro funcionario del nuevo gobierno que debió iniciarse el mismo día, dado que el anterior feneció el 10 de enero, como lo establece la Constitución, cuando estipula en su artículo 230, que el período presidencial es de seis años. El artículo 138 de la Carta Magna dispone que toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos.
Así demuestran los nuevos líderes del oficialismo lo que sería un gobierno de cualquiera de ellos. Aun cuando parezca increíble, cuando pensábamos que habíamos llegado a tocar fondo seguimos escarbando, como alguna vez dijo Bryce Echenique que hacían los peruanos. A Dios gracias existen los artículos 333 y 350 de la Constitución.
julio.davilacardenas@gmail.com
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