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24/1/13

Venezuela Soberana vs Cuba Castrista por Luis Betancourt Oteyza


El pasado 10 de enero un grupo de venezolanos afirmamos, y entonces promovimos mediante un manifiesto, nuestra angustia y protesta por la sumisión de nuestras instituciones oficiales a la dictadura castro comunista cubana y el rechazo a unas autoridades electorales espurias por ilegales e inconstitucionales. Su presentación estuvo a cargo de uno de los venezolanos más destacado por su honestidad, integridad y autenticidad en su trayectoria; desde su participación en la Junta Patriótica que dirigió el derrocamiento de la anterior dictadura, la de Pérez Jiménez, hasta el ejercicio sin tacha de altas responsabilidades administrativas y políticas. Ajeno a ambiciones pequeñas, sin interés en candidaturas absurdas, su voz resonó con la valentía de quien entiende el momento grave que vive la patria. Habló por todos nosotros y lo sigue haciendo. Ese documento lo hemos suscrito más de 5.000 ciudadanos y la voz de su expositor ha sido oída por más de 37.000 inter escuchas. Es una clarinada que anuncia la libertad.

Desde la aparición de este primer manifiesto, el chavismo levantó las orejas por la señal de la rebelión que se les viene encima con ánimo de hacer justicia luego de tanto desafuero contra los venezolanos, que nos ha costado más de 200.000 asesinados, pérdidas de cientos de miles de empleos, quiebra de pequeños, medianos y grandes productores, desabastecimiento, escasez, mercado negro y ruina. Una rebelión inevitable e imparable que dará cuenta de los prevalidos chavistas que se han enriquecido con desparpajo y destruido Venezuela. Ya temen la mano de un pueblo que los castigará muy pronto.

La reacción de los jerarcas y esbirros menores del chavismo ha sido la de siempre, según los patrones ideados por los nazis alemanes de Hitler y seguidos por su mejor discípulo en nuestras tierras caribeñas, Fidel Castro: Acusarnos de dos graves delitos, elaborados con el mayor cinismo, y con el ánimo de desviar hacia otros su traición a la patria. El primero, ya de vieja usanza, afirmar, por boca de una diputado chavista en eso que llaman Asamblea Nacional, que estamos financiados y apoyados por 15 millones de dólares provenientes de USA; como si para denunciar a los traidores nos hiciera falta dinero o ánimo extranjero. Es lo que les pasa a estos cipayos del castro comunismo cuando se sienten en descubierto y no se han preparado para lo que les viene. Pues que sepan que esa acusación no nos preocupa más allá de que no ser real, que bien quisiéramos tener apoyo de otras naciones libres, como el Vaticano, el Reino de España, la República francesa, que se nutrió del General Miranda, del Imperio Británico, que nos aportó la Legión Británica, aquella que definió a favor nuestra Independencia, hoy perdida, con su carga al lado de Bolívar, Páez y Negro Primero, en el campo de Carabobo el 24 de junio de 1821, cuando fuimos, por primera vez, nación soberana para devenir hoy en colonia de Cuba. Bien quisiéramos el apoyo de Polonia, Hungría, Checoslovaquia, Rumania y demás naciones que sufrieron la dominación comunista y ahora se nos quiere imponer; o de Alemania e Italia, sometidas al fascismo que tanto amó y copió en su juventud el dictador cubano Fidel Castro Ruz, el amo y ductor del pobre Hugo Chávez y sus acólitos Maduro, Cabello, Jaua, Rangel, etc., con su cohorte de felones rojos y de uniforme. Ya quisiéramos el apoyo de los Estados Unidos de Norte América, ése que recibió Miranda en su expedición libertaria con la fragata Leander, pero que no nos llega porque para Obama debemos ser nosotros los que mitiguemos el hambre del pobre pueblo cubano a costa de nuestro petróleo e impedir otro Mariel que agobie las playas americanas cerradas para los desesperados de Cuba y Haití, como se ha cerrado la frontera gringa a los laboriosos jornaleros mexicanos y sus oportunidades con un muro de Berlín a lo texano. Pero no, no recibimos ayuda ni del “imperio” cómplice, que engulle nuestro petróleo y financia las locuras agónicas de Chávez, ni de otra potencia “amiga” y todo queda a nuestras manos y coraje, y por eso insurgimos, por eso aparecimos y por eso insistimos en acabar con la pesadilla del chavismo, con nuestros propios medios y sin auxilio, desgraciadamente. No nos acompleja la ayuda pero no llega porque nadie hace por nosotros lo que nosotros no hagamos por Venezuela. Es nuestro problema y así lo asumimos.  

19/1/13

Respeto a la Constitución por Julio Dávila Cárdenas


EL UNIVERSAL
Durante los pasados catorce años, hasta el 10 de enero de 2013, cuando concluyó el último período presidencial, el régimen se caracterizó por ser autocrático, es decir, un gobierno en el que la voluntad de un solo hombre es la ley. Para ello no se vaciló en violar en numerosas oportunidades la Constitución. Basta recordar el referendo que se hizo para lograr, a través de una enmienda ilegítima la reelección presidencial perpetua, no obstante que en el mismo período, la mayoría del pueblo la había rechazado. 

Pero la situación que se ha planteado desde el 8 de enero es peor. En esa fecha se realizaron varios actos con un mismo propósito: tratar de darle legitimidad a una situación que nada tiene de legítima y menos de constitucional. El Presidente electo el 7 de octubre debió juramentarse y tomar posesión del cargo el 10 de enero de 2013, como lo pauta la Constitución en el artículo 231.

Lo cierto es que no lo hizo. En su lugar se leyó en la Asamblea Nacional una comunicación del para entonces vicepresidente de la República, en la cual se afirmaba que el Presidente electo había manifestado la imposibilidad de presentarse por causa de enfermedad y que vendría cuando la misma hubiese desaparecido. No se acompañó prueba alguna de esa manifestación.

Sin embargo, la mayoría oficialista aprobó concederle un permiso por tiempo indefinido.

No la requiere 

Al día siguiente la Sala Constitucional dictó una sentencia interpretando el contenido del artículo 231 constitucional. En ella se señala que si bien la juramentación es necesaria, el Presidente electo no la requiere para tomar posesión porque existe continuidad administrativa y por si fuese poco, en rueda de prensa se dijo que no se podía adelantar cuándo, cómo y dónde se haría la juramentación, ya que lo único cierto es que sería cuando cesara la causa. Además se agregó que la ausencia no configuraba una falta temporal en los términos del artículo 234 de la Constitución, ya que para ello era necesario que el mismo jefe de Estado lo dispusiera mediante decreto presidencial. El enfermo certifica su propio reposo sin informe médico.

Atribución 

En aras de la "continuidad administrativa", permanece como vicepresidente de la República quien se encontraba desempeñando ese cargo para el 10 de enero, no obstante que el numeral 3 del artículo 236 constitucional, establece que su designación, al igual que la de los ministros, es una atribución exclusiva del presidente de la República.

El pasado 15 de enero se publicó en Gaceta Oficial la designación del ministro de Relaciones Exteriores, fechada en Caracas y aparentemente firmada por Chávez, cuando es de conocimiento público que éste se encuentra en La Habana.

Con todo esto solo queda preguntarse ¿se ha respetado la Constitución? 

julio.davilacardenas@gmail.com

17/1/13

El silencio en la OEA por Oswaldo Páez-Pumar


Resulta fácil explicar la intervención del embajador Chaderton en la OEA, pero absolutamente innecesario porque se trata de un vasallo. También es fácil explicar la “solidaridad” con Venezuela de los embajadores de otras naciones que temen que un cambio de gobierno, implique un cambio en la largueza con la cual Chávez administra el presupuesto nacional en favor de sus seguidores internos y externos.

La actitud del embajador Guillermo Cochez, luchador por la democracia, merece reconocimiento. Me atrevo a señalar que encuentra raíces en la solidaridad que para con Panamá- entonces bajo la égida militar- tuvo Venezuela con su política de “institucionalización de la libertad y la democracia en el continente”, que sin duda ayudó a alcanzar la democracia de la que hoy disfruta su patria; y por eso le duele lo que ocurre en Venezuela.

Que el tema de lo que ocurre internamente en cada país se aborde con cierta cautela también es  explicable, porque el principio de la no intervención que nació como un escudo de protección a la soberanía de los pueblos, no de sus gobiernos, en los tiempos de la gestación del imperialismo y el colonialismo gravita todavía enormemente no tanto en la visión de la comunidad internacional, como entre los actores políticos que temen ser mañana víctimas de la subordinación del mismo al derecho del ser humano individual y de los pueblos a la libertad.

Es así como la OEA no puede evitar tener entre sus objetivos la protección de los gobiernos que designan los embajadores que conforman con el Secretario General la asamblea. Eso explica incluso como, sin tomar en consideración la constitución de cada país, la separación del cargo de quien detenta el poder ejecutivo, se considere un golpe de estado. Los embajadores nombrados por el poder ejecutivo llevan instrucciones de sus poderdantes para que condenen la separación del cargo del titular del poder ejecutivo (el presidente) por el poder judicial (caso Honduras) o por el poder legislativo (caso Paraguay). Esto explica, aunque solo en parte, el silencio.

La otra parte se explica porque la democracia no se origina en la naturaleza del hombre, sino en su educación y disciplina para someter al animal que lleva adentro; y que al igual que en el mundo de las fieras pretende imponerse a todo el rebaño. A veces pienso que mucho gobernante demócrata envidia en su subconsciente a los tiranos.

Caracas, 17 de enero de 2013

AUDIO Declaración Dr Enrique Aristeguieta Gramcko ante situación del país.

VENEZUELASOBERANA.COM 


AUDIO Declaración Dr Enrique Aristeguieta Gramcko ante situación del país.  

LINK AL AUDIO - http://t.co/5Sp4obl9

16/1/13

La triple amenaza por Oswaldo Páez-Pumar


Dos veces fue amenazada la semana pasada la oposición. La primera amenaza vino de Diosdado, quien al instalar la Asamblea hizo saber que si se objetaba el procedimiento para la “no toma de posesión” se le haría sentir la fiereza del pueblo. Quiso indicar que frente a cualquier manifestación se desatarían las huestes armadas a las que tantas veces el ausente aludió y armó.

Unos días después Maduro en el acto de “no toma de posesión” formuló idéntica amenaza y su canto estuvo acompañado por el coro de chulos, donde hubo una ausencia notoria quizá porque ya no es tan chula y una presencia especialmente singular, la de Ortega, porque en su caso la condición de chulo es la única que puede exhibir como cualidad dado sus otros muchos atributos. Coparon la escena unos cubanos que sin ser jefes de estado, jefearon en el acto de “no toma de posesión” cuya autora intelectual, aunque pudiera llamarse plagiaria de Maduro, no estuvo presente.

La tercera se materializó apenas ayer en el acto de “no presentación del mensaje” y el anuncio de que Chávez había nombrado canciller a Jaua, seguramente por comunicación telepática. Lo más patético de la triple amenaza es que se formula sin que haya ocurrido algo. La oposición es señalada como gestora de planes de desestabilización, saboteo eléctrico, acaparamiento. El mensaje electoral: “no importa que no haya luz, agua, azúcar, harina, leche lo que importa es que estamos haciendo patria”, está enterrado y pasada la euforia de hacer patria. El temor al reclamo popular impulsa la amenaza. Aunque se diga a la oposición, es una amenaza al pueblo, al que proteste, así llegue cantando “Chávez corazón de la patria”, porque Diosdado no es corazón, si acaso será pelo o cabello y Maduro, quizá en el Zulia, plátano. Deben tener mucho miedo Maduro y Diosdado para tanta amenaza y tan seguida.

Pero allí están los cubanos para organizar la seguridad, su seguridad económica, porque allá en Cuba el socialismo como proyecto económico para acabar con el capitalismo que es la obra del imperio, ha entrado en revisión con la senectud de los Castro, pero la estructura de poder opresora del pueblo cubano se mantiene; y el gobierno que hipotecó su seguridad a los anillos de protección de los cubanos es ahora su prisionero. Abajo cadenas. Viva Venezuela libre de cubanos.

Caracas, 16 de enero de 2013

14/1/13

Viva Chávez (así muera) por Daniel Samper Ospina


Dicen que ha perdido la conciencia. La noticia sería que alguna vez la tuvo.
Siempre he admirado al presidente Chávez y por eso sentí pavor cuando Juan Manuel Santos lo declaró su nuevo mejor amigo. No es por criticar, pero cualquiera sabe el peligro que encarna volverse amigo del presidente Santos. Miren al pobre Uribe, a quien acaban de reabrirle un juicio innecesariamente, porque cualquiera sabe que Uribe ya perdió el juicio. Y miren al buen Chávez, casi alma bendita, protoespíritu en trance sobre cuya muerte se especula todos los días en las redes sociales.

Hace apenas unos meses cantaba victoria sobre su cáncer de recto y se enfrentaba a los dos retos más grandes de su presente: propagar la gran revolución socialista por toda Latinoamérica y evitar la pañalitis. Pero todo es frágil, amigos, y esta vez ni siquiera pudo posesionarse; y hoy por hoy no es claro quién heredará, ya no digamos sus banderas, sino su sudadera, al menos, que será exhibida en el gran museo bolivariano cuando sea menester –dios quiera que no– honrar su gloria.

Aún me parece verlo, enérgico y sobrepuesto a su primera operación. “Este hombre está hecho con la materia de los inmortales”, me dije: “Como el ave Fénix, como Bolívar: como José Galat”. La única queja que emitió cuando se enteró de su enfermedad era conmovedora y humilde: “Dame tu corona, Cristo, dámela, que yo sangro”, imprecaba, ante un Juan Fernando Cristo estupefacto que no tuvo más remedio que ir al odontólogo, efectivamente, para cederle una corona al comandante.

Sin embargo, Chávez resurgió de sus cenizas y se lanzó a las elecciones con más vigor que nunca. “¡Grande, Chávez! –exclamé frente al televisor–: ¡se creció en la enfermedad!”. Y lo decía literalmente: estaba muy crecido, especialmente en el abdomen. La plaza en que inscribió su aspiración parecía a punto de reventar, al igual que su papada. En ese entonces persiguió, con razón, al canal Globovisión, cuyo nombre parecía una burla al tamaño de sus cachetes, y recibió con agrado la blusa de Pipona´s que Santos le envió como gesto de amistad entre los dos países.

Pese a todo, los analistas presagiaban que el comandante iba a verse afectado por la inflación del país. Pero –gloria a dios– sucedió lo contrario: fue el país el que se vio afectado por la inflación de Chávez, y el comandante resultó reelegido. No le hizo mella la escasez de productos que reinaba en Venezuela; ni siquiera el anuncio de que se había agotado el papel higiénico: recursiva, la gente se limpiaba con lo que podía, incluyendo a los líderes chavistas, que lo hacían con la Constitución: finalmente, la Constitución es un mero formalismo.

Resultó reelegido, sí, pero la vida es frágil. Y ahora corren rumores de que el comandante es un precadáver que esconden en La Habana. Algunos afirman que su salud es estacionaria; que incluso ha perdido la conciencia. Pero son malintencionados comentarios de la oposición: la verdadera noticia, en ese caso, sería que alguna vez la tuvo.

Como resultaría paradójico que la ausencia del comandante desate una lucha intestina –ahora que de luchas intestinas él mismo nada quiere saber–, aprovecho este espacio para lanzar una petición al pueblo venezolano: mi petición es que acepten lo que dijo el Tribunal Supremo de Justicia y hagan de cuenta que no sucede nada. Permitan que el comandante siga ejerciendo la Presidencia como está. La salud, si uno lo mira bien, es un mero formalismo. No es necesario que el presidente esté sano. Aún más: no es necesario que esté vivo, como en el caso de Fidel. Chávez puede gobernar su país ya no digamos en estado de sitio, sino incluso en estado de coma.

Seamos francos: ninguno de sus herederos le llega a los talones. Maduro está muy biche, si me celebran el juego de palabras. Y un país que pretenda ser serio no puede permitir que lo gobierne alguien llamado Diosdado Cabello: ¿a quién se le ocurre llamarse de semejante manera? ¡Parece el anuncio de un milagroso remedio capilar! ¿Por qué no lo llaman Regaine, directamente? ¿Quién será el nuevo embajador, el exmagistrado Valencia Copete, acaso? ¿No parece todo una tomadura de pelo? ¿Dónde estaba Cabello cuando el comandante se quedó calvo en la quimioterapia?

Me dirán que alguien que tiene un pie en el más allá no puede ejercer el poder. Pero Navarro Wolff también tiene un pie en el más allá y es de lo mejorcito de la izquierda. Y si es verdad que Chávez necesita estar conectado a un aparato para sobrevivir, qué mejor que ese sea al aparato estatal, que él mismo se encargó de remodelar a su justa
medida.

12/1/13

Estos días por Julio Dávila Cárdenas


EL UNIVERSAL

Así demuestran los nuevos líderes del oficialismo lo que sería un gobierno de cualquiera de ellos

Días de incertidumbre son los que hemos tenido desde el pasado año. Días de confusión provocada por los mismos voceros del gobierno. Días en que se pretende sembrar temor a buena parte de la población. A los venezolanos nos han tratado de someter a los mismos designios que el tenebroso régimen de los hermanos Castro ha impuesto durante más de cincuenta años al pueblo cubano.

Es decir, desde que se inició el primer gobierno de Chávez, hace ya más de trece años, todas las actuaciones han estado enfocadas hacia el poder hegemónico. Hemos retrocedido a la forma de gobernar de Luis XIV, L'État c'est moi. Lo cual significa retornar a la segunda mitad del siglo XVII, en pleno siglo XXI. 

En efecto, el régimen ejerce no sólo el control del Poder Ejecutivo, sino también el de los poderes Legislativo y Judicial, sin olvidar a los nuevos poderes, Electoral y Ciudadano. La situación de la Fuerza Armada es bastante dudosa, ya que aun cuando los más altos rangos también se encuentran bajo el estricto control del Ejecutivo, -aunque algunos dicen que quien ejerce el control sobre estos es el presidente del Legislativo-, hay quienes piensan que a niveles más bajos la situación es diferente, ya que debe haber bastante descontento por la descarada intervención de los militares cubanos. 

A raíz de la enfermedad del presidente se ha formado una especie de sampablera velada en el seno del partido de gobierno, no obstante que tratan de aparentar una unidad que a todas luces no existe, ya que la ambición de poder destila por los poros de Maduro, Cabello y de algunos otros. Llega a tal extremo el enfrentamiento, que en lo único que se han podido poner de acuerdo es en que no están de acuerdo. Por esto, Maduro no acepta que Cabello se encargue de la presidencia, por temor a perder poder y éste no permite que Maduro lo haga, lo cual además sería absolutamente inconstitucional. Y lo peor es que esta sinrazón trae como consecuencia que a partir del 10 de enero, los venezolanos estamos sin un gobierno legítimo, ya que de no encargarse el presidente de la Asamblea no habrá quien designe al vicepresidente, a los ministros ni a ningún otro funcionario del nuevo gobierno que debió iniciarse el mismo día, dado que el anterior feneció el 10 de enero, como lo establece la Constitución, cuando estipula en su artículo 230, que el período presidencial es de seis años. El artículo 138 de la Carta Magna dispone que toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos. 

Así demuestran los nuevos líderes del oficialismo lo que sería un gobierno de cualquiera de ellos. Aun cuando parezca increíble, cuando pensábamos que habíamos llegado a tocar fondo seguimos escarbando, como alguna vez dijo Bryce Echenique que hacían los peruanos. A Dios gracias existen los artículos 333 y 350 de la Constitución. 

julio.davilacardenas@gmail.com

10/1/13

La juramentación II por Oswaldo Páez-Pumar


En mi artículo anterior del 7 de enero había previsto que la Sala Constitucional del TSJ fallaría de conformidad con la “doctrina Maduro”. Así lo hizo ayer 9. Veamos en que consiste el fallo aunque no es fácil glosarlo porque las líneas de razonamiento mezclan distintas cuestiones haciéndola un galimatías. Quizá tome más de un artículo.

Lo primero que aclara la Sala es que “el juramento…no puede ser entendido como mera formalidad carente de sustrato”, pero en seguida matiza su tesis diciendo que “es una tradición con amplio arraigo en nuestra historia”. No señores magistrados, no es una tradición sino un imperativo constitucional y también legal (Ley de Juramento art. 1°) sin el cual no se puede entrar a ejercer la función.

Seguidamente el fallo hace referencia al motivo sobrevenido que impida la toma de posesión ante la Asamblea, donde confunde el motivo sobrevenido para que el acto pueda realizarse ante la Asamblea, con la indisposición que le impida al electo hacerlo por ante la Asamblea o en su defecto por ante el TSJ. En ese mismo equívoco la Sala confunde ¿deliberadamente? toma de posesión y juramento. Cito “la toma de posesión y juramentación ante la Asamblea Nacional”. Tampoco es así “el candidato elegido toma posesión mediante juramento ante la Asamblea”, por lo que éste, el juramento, precede a la toma de posesión, es el instrumento a través del cual se hace efectiva la toma de posesión del cargo.

Es aquí donde el fallo, por cierto bajo “ponencia conjunta”, difícil de imaginar a 7 personas redactando al mismo tiempo porque aunque estaban cocinando el fallo, no es como cuando se cocina y uno le pone sal y otro vino – sino como si quisieran eludir la responsabilidad personal de la ponencia – introduce el concepto de “Presidente reelecto” que si “es tradición con amplio arraigo en la historia de otros países”, no de Venezuela.
El constituyente no reglamentó dos procedimientos para la toma de posesión del presidente, uno para el  electo y otro para el reelecto, sino uno solo que los magistrados han violentado.

Dentro de las chapucerías del fallo esta esta perla “al no evidenciarse del citado artículo 231 y del artículo 233 eiusdem que se trata de una ausencia absoluta, debe concluirse que la eventual inasistencia a la juramentación…no extingue ni invalida el nuevo mandato… ni invalida el que se venía ejerciendo.” ¿Cuál de los 7 ponentes formuló esa frase? Porque es difícil imaginar algún texto de derecho que pueda evidenciar una situación de hecho, pero invocar ese supuesto descubrimiento para afirmar que no se invalida el mandato que se venía ejerciendo cuando éste es a término, es sencillamente un disparate. Hay todavía mucho más en ese fallo.

Caracas, 10 de enero de 2013

9/1/13

La sujeción por Oswaldo Páez-Pumar


Según dijera Fray Luis “como decíamos ayer”: que la Sala Constitucional del TSJ dicte mañana un fallo estableciendo que no hay necesidad del juramento es la consecuencia natural de la sujeción del Poder Judicial al Ejecutivo. También dijimos que era una sujeción auto infligida. Esta última afirmación hoy no lo vemos tan clara.
Si nos resulta claro que la doctrina Maduro ha madurado y que la magistrada ha fallado. Sin embargo, todavía falta un paso más, el Poder Ciudadano debe decidir, conforme al número 3 del artículo 11 de la Ley que lo rige si ese fallo implica, que la Sala o que la Magistrada ponente ha actuado con grave e inexcusable ignorancia de la Constitución de la RBV, de la ley y del derecho.

Mañana el Poder Ciudadano dirá que en la historia de Venezuela no ha habido una decisión donde quede mejor recogida la letra y el espíritu de la Constitución; por lo que presumo que la Universidad Bolivariana de Venezuela procederá a otorgar el título de doctor en derecho al señor Maduro, visto que son sus luces jurídicas las que iluminaron el camino de la magistrada ponente; y que en consecuencia, la realización de estudios para obtener la licenciatura en derecho resulta un formalismo, como lo es  el juramento, a pesar de que la ley de la materia dispone que es previo al ejercicio de las funciones y que el mandato dado para ejercer la presidencia en la elección del año 2006 expira el mismo día 10 de enero de 2013 y no es prorrogable, como tampoco el juramento de cumplir la Constitución que fue dado por el término del período que fenece.

La verdadera consagración de la doctrina del TSJ, pero sobre todo la de Maduro que ejerció el cargo de Canciller, será sin duda cuando la misma sea acogida internacionalmente, lo que seguramente será muy pronto en el “imperio mismo” cuando el recién re-electo presidente Obama entre a desempeñar las funciones de Presidente en el nuevo período sin formalismo, como debe ser.

No me resta sino explicar porque no veo claro lo de la sujeción auto infligida. La respuesta es que la sujeción de un poder a otro implica la existencia de más de uno, lo cual no existe sino en el texto de la Constitución, en la realidad no hay separación de poderes es una sola estructura agavillada que  lo mismo grita desde la sede del TSJ “uh, ah, Chávez no se va”; que “y si se va, nosotros no”. Con razón los obispos de Venezuela anticipándose a lo que ocurriría lo declararon moralmente inaceptable. Hay que rescatar la vigencia de la Constitución y es el deber de todo ciudadano investido o no de autoridad.

Caracas, 9 de enero de 2013

3/1/13

¿Por Qué? Por Luis Betancourt Oteyza


“La falla de nuestra época consiste en que sus políticos no quieren ser útiles sino importantes”
Winston S. Churchill

No me es grato comentar y criticar a los que deben estar de nuestro lado en el esfuerzo por regresar a la Democracia y la Libertad pero me es menos grato, por no decir imposible, callar ante lo que considero desacertado, perjudicial e irresponsable en algunas conductas y actos.

Venezuela se encuentra en un absoluto estado de “Vacío de Poder”, una figura dificil de dar en los estados modernos pero que suele ocurrir cuando la ausencia de autoridades presagia un escenario de anarquía previo a la violencia generalizada que puede costar muchas vidas inocentes, pérdidas territoriales y posibilidad de desintegración de la Nación. Se podrá decir que exagero y lo acepto, pero es lo que siento y, peor aún, lo que veo.

Chávez se ausentó del país el 9 de diciembre sin abandonar su condición de presidente en ejercicio y con mando efectivo de las FAN; esa fue su disposición y su expreso anuncio. No permitió que se aplicara el resorte automatico de la constitución de entender y aceptar que incurría en ausencia temporal y que su vicepresidente lo suplía en sus funciones. No contento con esa arbitrariedad, por demás normal en él, se le atribuye un decreto mediante el cual “delegó” funciones que abandonaba, sólo para mantener la farsa de que seguía en posesión de facultades físicas y, sobre todo, mentales para conservar el poder.  Para agravar la situación del país, el llamado  constitucionalmente a suplirlo en sus responsabilidades, el vicepresidente ejecutivo, aceptó irresponsablemente la farsa, en señal de sumisión rastrera y ominosa, de la que tenemos largas experiencias. Toda esta charada configura la anómica situación de “Vacío de Poder” que advertimos arriba.  Sin embargo, los actores del momento pretenden seguir la burla, una burla que va a ser muy costosa a la República; en los mandos militares se confía en el control de un ministro que ha rendido su prestigio y autoridad mediante proclamas de fidelidad ideológica contrarias a ley y la constitución, en muestra de adulación insoportable para los hombres y mujeres del país, civiles y militares, y cualquier subalterno está llamado a rescatar el honor militar en cumplimiento de su deber legal e institucional; los encargados de las finanzas públicas ven agravado su abandono de directrices de los últimos 14 años; la satrapía de ministerios y gobernaciones afectos no encuentran a quién pedir instrucciones u ocultar sus pillerías. En fin, un final y principio de año dramático, aunque previsible por la ignorancia, irrespeto a la función pública e irresponsabilidad de quien nunca debió ejercer la presidencia de Venezuela.  

Ante este gravísimo panorama los voceros de la MUD, luego de concluir su descanso navideño, han producido una declaración que debemos glosar para destacar los términos y espíritu que rechaza la oposición al chavismo. El “comunicado” de marras leído ayer miércoles 2 de enero comienza por esmerarse en consideraciones y anhelos por la salud del Tirano que nadie les ha pedido y que resaltan una hipocresía innegable para partidarios y opositores; insiste en hurgar en un parte médico infinitamente oculto y negado, con una tozudez casi morbosa: A estas alturas de hoy, y con buen pronóstico para el agónico, Chávez se está muriendo irreversiblemente, y se encuentra física y mentalmente discapacitado. Punto, no más que preguntar, el secretismo llegó a su final. No es propio de personas pensantes seguir preguntando nimiedades ni reclamando seriedad a quienes nunca la han aprendido, y menos invitarlos a que se sientan “…el gobierno de todos los venezolanos.”, porque, y es hora que entiendan desde esa trinchera que les hemos concedido, que el chavismo ejerce un gobierno sólo para su minoría, con absoluta exclusividad y prescindencia de la mayoría.

En el camino se alude, como quien no quiere, a las elecciones que se prevén para la falta absoluta del mandante mayor, sin advertir que sin la reestructuración del CNE, acatando las condiciones exigidas en la constitución para la designación de sus rectores, la limpieza del REP y el desahucio del sistema electrónico fraudulento diseñado por los cubanos con sus maquinitas de lotería tramposas, serían otra burla inaceptable y de consecuencias inimaginables para la sociedad.

Luego se deja caer que la Asamblea, construida en fraude a la mayoría de los electores, será el instrumento de una continuidad inaceptable y que en auxilio de su autoridad y rescate imposible de prestigio, se ofrece aportar candidatos a la directiva, para insistir en decir que somos lo mismo, que no hay diferencias y que en pago de esas posiciones, prestas a cubrir, ofrecen un manto de impunidad a tantos crímenes cometidos contra personas y cosas en estos aciagos  14 años ¡Y todo en nombre del diálogo!

Ya para terminar, se reclama sin desparpajo que los venezolanos debemos entender que: “…no tienen un Estado paralizado, que su gobierno no es impotente o incapaz, que sus representantes saben lo que está pasando.” ¡Por Dios, quién escribió esto! ¿Maduro y Cabello ya penetraron las filas de la oposición? Señores de la MUD, los venezolanos tenemos la trágica y larga experiencia personal que vivimos en un Estado paralizado en sus deberes patrios, regido por un gobierno impotente de atender sus obligaciones y lealtades, e incapaz de resolver nuestros problemas más elementales, y que sus representantes son cómplices del desastre.

Por ultimo, se alude a la Unidad de la oposición de manera manipuladora porque si se insiste en ella, que no sea impuesta, que se oiga a la sociedad. La Unidad no puede ser sinónimo de confusión, ni la solidaridad de complicidad; ya lo dijimos hace mucho y lo recordamos hace poco ¿Por qué se escribió eso? ¿Por qué nos pusieron en la encrucijada de escribir esto? ¿Por qué? No quiero pensar en las respuestas ¡Ya basta!

Londres, 3 de enero de 2013