Privado
de libertad estuvo José Amalio Graterol desde el lunes 4 hasta el martes 12
cuando fue liberado bajo fianza. La imputación de obstrucción a la
administración de justicia formulada por la juez ante la cual ejercía su
ministerio en defensa de un reo a quien se pretendía juzgar en ausencia, condujo
a su arresto bajo el argumento de flagrancia en la obstrucción. La audiencia para oírlo no se materializó
sino hasta el viernes 8, por no haber llegado las actas al tribunal que debía
conocer, a pesar de estar ubicado físicamente en el mismo lugar donde ocurrieron
los hechos y, no podía faltar, por una falla eléctrica. Graterol vestido con
toga fue sometido a la vejación de ser esposado para ser conducido a prisión
privilegio que comparte con su defendida la juez Afiuni y que permite
diferenciarlo de los pranes a quienes se les cambia de penal, pero no se los
esposa.
Se
anuncia que la reforma al COPP contempla el juicio en ausencia lo que
evidencia, primero, la razón que asistía a Graterol para oponerse a que su
defendido fuese juzgado en ausencia; y segundo, que la obstrucción a la
administración de justicia era y es el expediente utilizado para castigar algo
distinto: su valiente defensa en un programa de televisión el domingo 3 no al
reo a quien se pretendía juzgar en ausencia, sino a la juez Afiuni, prisionera
personal del comandante.
Hubo
voces de advertencia a Graterol el lunes 4 cuando llegó al tribunal sobre lo
que se pretendía, pero su obligación profesional le imponía correr ese riesgo
cualesquiera que fueran las consecuencias. Lo corrió y la consecuencia fue más
de una semana de arbitraria prisión con la que se persigue infundir miedo.
Habrá quien se deje influenciar, pero Graterol seguirá en la valiente tarea de
defender el estado de derecho bajo un régimen cuya meta es acabar con él y a
sus asistidos, especialmente a aquellos cuyas causas representan los casos
paradigmáticos de la administración de justicia puesta al servicio de las
instrucciones políticas del poder ejecutivo.
Si
Aponte Aponte no hubiera denunciado la perversión que existe en la administración de justicia, de la cual él
mismo fue parte, los sucesos ocurridos entre el 3 y el 12 de junio: el programa
de televisión, la advertencia sobre el arresto, la orden de arresto, las
esposas, los varios traslados esposado para una vista que sólo ocurrió el
viernes 8 y la comedia de una libertad bajo fianza, que no es sino la
reafirmación de que el abogado está sub-judice, muestran a todo el que quiera
ver la obstrucción a la justicia por los encargados de administrarla.
Caracas,
14 de junio de 2012
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