Dice que no es del gobierno
que del pueblo es defensora,
pero al llegarle la hora
se le sale el subalterno.
Cuidando al adolescente
encuentra más peligroso
que un discurso insidioso,
una foto que es silente.
Y obtiene en los tribunales
de jueces que no son tales
protección a la inocencia:
no verán fotografías,
pero oirán la apología
al odio y a la violencia.
Caracas, 18 de agosto de 2010.
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