Chávez
antes de viajar a La Habana para “exámenes rigurosos”, ha dedicado buena parte
de su tiempo a la campaña electoral que realiza en los medios de comunicación
oficiales, desde el palacio de Miraflores. La oposición pidió al Consejo Nacional
Electoral (CNE) un pronunciamiento sobre la ilicitud de efectuar propaganda por
las radios y televisoras del estado, desde el despacho presidencial. Una vocera
del CNE declaró que el presidente no hacía propaganda electoral sino que
cumplía el deber de informar sobre actividades gubernamentales. En VTV se
trasmiten las reuniones, mañana, tarde y noche, que Chávez realiza en la
promoción del “Gran Polo Patriótico”(GPP), aparentemente el movimiento político
que postulará a Chávez para su reelección. Explicó que su idea es convertir al
PSUV en “una poderosa maquinaria que no sea solo electoral sino social”. Los
analistas hacen diversas interpretaciones sobre el GPP. ¿Desaparece el PSUV?
Parece más bien que Chávez quiere convertirlo en uno más de los “movimientos
sociales, populares, culturales” que forman parte del GPP, “con la tarea de
garantizar la victoria el 7 de octubre del 2012”. ¿Es que el PSUV no garantiza
la victoria? Chávez le pide a su partido, el partido único de la revolución, que
“trabaje lo social hasta convertirse en un gran movimiento de masas”. Le pide
evitar los “vicios burgueses y no sucumbir ante la corrupción”. Agrega que
“toda sociedad nueva nace contaminada de la vieja, nosotros mismos estamos
contaminados de los valores del capitalismo”. ¿Es qué le empieza a preocupar
que el régimen aparezca ante la opinión pública nacional e internacional, como
una banda, dedicada sistemáticamente a saquear el tesoro público? En los medios
de comunicación se especula y atribuye significación al reclamo de Chávez. “La
militancia en el GPP no es para buscar prebendas, conseguir un “cambur” (cargo
en la administración), o ver donde me acomodo”.
Los
analistas dicen que el discurso en la promoción del GPP revela preocupación por
los resultados electorales, pues insiste, con sospechoso empeño, en el llamado
a sus partidarios para evitar el triunfo de la oposición. Le preocupan las
encuestas. Según la más reciente, oficialista, 50% estima que no debe ser
reelegido. “Las encuestas deben analizarse con cuidado” y “no debemos caer en
el triunfalismo, es peligroso”. Los enemigos tienen el apoyo del imperialismo y
de la burguesía criolla, afirmó. “Disponen de inmensos recursos económicos”.
Llamó al chavismo a una campaña “de actividad frenética, de agitación, de todos
los días, pues tenemos que derrumbar los restos de la cuarta república y
consolidar la hegemonía del socialismo bolivariano”.
Los
asesores de imagen de Chávez le han recomendado utilizar su enfermedad como
medio para despertar lástima, ya que con ello suponen que lograrán inspirar compasión.
Para esto han creado todo tipo de mecanismos, especialmente mensajes subliminales
que logren el efecto. Hacen uso de muñecos que simulan su figura y a quienes
ridiculizan, e incluyen discursos de Chávez y afiches. Esto puede convertirse en
un boomerang, ya que los expertos afirman que la mayoría de los venezolanos no votarían
por un enfermo para Presidente.
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