Si desea comunicarse con nosotros puede hacerlo por forodemocratacristiano@gmail.com
o hacer click en "comentarios" debajo de cada artículo para dejar su opinión.

19/9/12

FAN sin Generales ni Almirantes por Luis Betancourt Oteyza

Faltan algunos días para la fecha de las votaciones. La espera va decantando algunas inquietudes y pariendo esperanzas. Creo que el triunfo de la libertad y la democracia está cada vez más seguro. Henrique Capriles Radonski ha sabido dar la batalla que se le comisionó; la dio y la ganó. Nada es capaz de cambiar lo que ya vemos; es un amanecer imposible de regresar a las tinieblas de estos 14 años; sin embargo, necesitamos el apoyo de los venezolanos encargados de hacer respetar el orden y la ley, y a ellos debemos dirigirnos en estos días. Este desahogo va a todos pero en especial a la juventud militar de Venezuela para que sepa que hay respeto, esperanza y comprensión por ellos y en su institución. Estoy seguro que, como en la madrugada del 23 de enero de 1958, responderán. LBO



“Unidad no es sinónimo de confusión, ni solidaridad lo es de complicidad”

El 7 de octubre de 2012 se producirán muchos cambios en Venezuela y los venezolanos. Con la victoria electoral de Henrique Capriles Radonski se concretará la derrota política de Hugo Chávez. Se desmoronará el chavismo y empezarán a desaparecer los chavistas. A diferencia de los cambios electorales en las democracias, donde el partido de gobierno, si pasa a la oposición no desaparece y puede volver a ser partido de gobierno en el futuro, en las tiranías la pérdida del poder significa la descomposición del proyecto que las animó y la deserción de sus esbirros. Así ha ocurrido siempre en la Historia; así fue con Hitler y los nazis, Mussolini y los fascistas, los otrora poderosos partidos comunistas de la URSS y la Cortina de Hierro europea, Franco y La Falange. Algunas veces persisten un tiempo como muestra de decadencia antes que de sobrevivencia. Es la regla de la historia porque han sido contrarios a la naturaleza humana y representan un accidente en la evolución del hombre, siempre en busca de la libertad, a la que está destinado por su propia naturaleza. Por eso ha dicho el cantautor español Juan Manuel Serrat que: “No hay camino hacia la libertad, la libertad es el camino”. Y el pueblo venezolano, de civiles y militares, regresará al camino al precio que sea este 7 de octubre de 2012.

Muchos son los aspectos de ese cambio que indefectiblemente se va a producir con la victoria del candidato de la unidad y alternativa democrática, Henrique Capriles Radonski.

Las universidades autónomas podrán bajar la guardia en la defensa de su indispensable autonomía para dedicarse con más ahínco a la investigación y formación del futuro. Los sindicatos sentirán el fin del acoso totalitario para recobrar la libertad de defender los intereses de sus afiliados ante los patronos, públicos y privados. Los empresarios recuperarán el ánimo de asumir riesgos para continuar la construcción de mayor riqueza y empleo para todos. Las iglesias volverán a sentir la seguridad plena de exponer sus doctrinas y consejos morales para guiar a los feligreses por este mundo, sin sufrir el insulto del mandón. Los agricultores recobrarán su derecho al trabajo de sus tierras sin temor a despojos de frutos e implementos. Los estudiantes, después de un tiempo, porque a ellos, como en La Victoria de Ribas, siempre se les exige el mayor sacrificio, regresarán a cumplir el sagrado deber con la patria de formarse. Y nuestros militares recobrarán su honor.

Hemos sostenido en muchas oportunidades que Venezuela, por su idiosincrasia e historia, por sus riquezas naturales y posición geoestratégica, no puede prescindir de sus Fuerzas Armadas; debe soportar el sacrificio material, presupuestario, de mantener unas fuerzas militares y policiales bien equipadas, entrenadas y nutridas de las mejores voluntades venezolanas. Así ha sido en el pasado y así tiene que volver a ser. Nuestras FAN tienen que volverse a regir por los sagrados presupuestos de la disciplina, obediencia y jerarquía. Volver a estar regidas por la ley y no por la arbitrariedad caprichosa de turno. 

Tienen que volver a ser dirigidas por venezolanos y para los venezolanos, hacerse respetar como cualquier institución patria. Volver sus desvelos a su razón de ser: la defensa de la soberanía, de las fronteras patrias, a liberar a nuestro suelo de la narcoguerrilla colombiana, a contribuir en el mantenimiento del orden y la paz interna, hoy azotada por el asesinato de ciudadanos y el crimen generalizado, y a hacer valer la ley y sostener las instituciones.

Pero me temo que para lograr todo esto hay que deslastrar las FAN, con su contribución efectiva, de los altos mandos corruptos y cómplices de tanto desafuero que las agobian. 

De esos generales y almirantes que se han enriquecido al servicio de los mandos cubanos de Fidel Castro. Los que han negociado las compras de equipos, muchos inútiles y fastuosos, en su beneficio; los que en adulancia, inédita en nuestra historia, por sus alcances y descaro, han llegado a disfrazar a oficiales y soldados de rojo para ponerlos a desfilar, como ofrenda humillada y humillante al Tirano y sus pares de Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua. Los que han arriado las banderas de los componentes y batallones, y han inclinados sus astas en genuflexa entrega al invasor castro comunista. Los que han apadrinado los suministros, transporte y escondites a los jefes de las FARC en nuestro suelo, incluidos cuartes y fuertes. Los que permitieron con su negligencia la masacre de nuestros hermanos Yanomami y contribuyeron, con los jerarcas rojo rojitos, a ocultar el crimen. Los que han traficado con droga gracias a sus mandos e influencias. Los que han puesto a nuestros oficiales y soldados a servir al delito que representan los llamados “colectivos”. No será fácil; habrá que combatir el falso compañerismo y la extorsión que se intentará con la amenaza de supuestas complicidades originadas en la obligada disciplina. Pero nuestros oficiales dignos, que han soportado estos 14 años de chavismo, tienen muy claro que la unidad no es, ni puede ser, sinónimo de confusión, ni la solidaridad lo es de complicidad. Será más fácil que lo que se supone porque hay oficiales respetables y patriotas en quienes confiar la tarea de la reconstrucción de nuestras FAN,  que desean, con más ardor que muchos civiles, verlas transitar por el camino del honor, y que están hartos ¡Ya basta!

Caracas, 18 de septiembre de 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario