Consecuentes con nuestros principios constitutivos, de integrar un limpio nexo de inteligencias y conciencias militantes, para contribuir a canalizar el sentido crítico que la dinámica del país hoy exige, especialmente en una coyuntura signada por la confusión y la crisis, pero con nuevos horizontes esperanzadores, fijamos ante la comunidad nacional e internacional, nuestra posición sobre el peculiar y paradójico proceso electoral que acabamos de realizar, así como sobre las consecuencias que se derivan del mismo.
Aún cuando hasta el presente el CNE, una vez más y con dilación, no ha dado a conocer los resultados definitivos, no vacilamos en señalar que hemos protagonizado un proceso histórico, el cual contra la mayoría de los pronósticos, ha arrojado unos resultados inesperados para el régimen y aun para sectores de la Unidad Democrática, que abre ciertamente, un nuevo camino de esperanza para el futuro de nuestra nación, camino que sigue plagado de escollos e incertidumbres.
Felicitamos y respaldamos plenamente el trabajo realizado por la Mesa de la Unidad Democrática, felicitamos igualmente a los distintos partidos políticos, grupos y organizaciones, pero muy especialmente al movimiento estudiantil; todos han demostrado un alto grado de conciencia y responsabilidad patriótica y democrática.
Hemos obtenido un triunfo significativo, así lo indican las cifras y porcentajes globales. Sin embargo, lo ocurrido el pasado domingo, evidencia y pone de manifiesto una serie de aspectos que a continuación precisamos:
1.- Resulta incomprensible y contradictorio el hecho, que a pesar de la gravísima situación reinante en el país caracterizada por: inseguridad generalizada, desbordamiento de la violencia y criminalidad, decrecimiento de la economía y altísima inflación, corrupción sin precedentes, desabastecimiento y desempleo, grave déficit de viviendas, crisis en el suministro de energía eléctrica, ausencia demostrada de estado de derecho, destrucción del aparato productivo nacional, marcada ineficiencia e incapacidad administrativa, violación sistemática de los derechos humanos, Chávez haya obtenido el 48% de los votos totales ,y que además, en virtud de la modificación inconstitucional de la Ley Orgánica de Procesos Electorales que suprime la representación proporcional contemplada en los artículos 63 y 186 de la constitución vigente lo que perversamente le allanó el camino para la obtención del 60% de los diputados de la próxima Asamblea Nacional. Este hecho debe llamarnos profundamente la atención, por cuanto se evidencia claramente, la ausencia de confiabilidad y transparencia de nuestro sistema electoral, así como las innumerables artimañas que el régimen emplea para mantenerse en el poder a toda costa.2.- Queda demostrado una vez más, que Chávez, sus colaboradores y seguidores, son minoría en el país.
3.- Nuevamente, el régimen pretende disfrazarse y obtener un soporte democrático para él y su indeseable proceso político, frente a la comunidad nacional e internacional. Se intenta cubrir con un manto de desdibujada y distorsionada legalidad (la inconstitucional Ley Orgánica de Procesos Electorales), que le ha permitido una vez más la ejecución de un inmenso fraude electoral, dirigido por un árbitro parcializado, que se inicia y continúa mediante las cedulaciones irregulares masivas, pasando por la distorsión demográfica cuantitativa y cualitativamente del Registro Electoral, la configuración distorsionada de los circuitos electorales, amén de otros vicios, hasta la transmisión de los resultados controlados oficialmente, a esa caja negra que es el CNE y a su vez a una llamada Sala de Totalizaciones, que no es otra cosa que un escondrijo en el que culmina una cadena de delitos electorales, con el maquillaje y distorsión definitiva de los resultados, de acuerdo a las instrucciones recibidas desde Miraflores, directamente por boca del caudillo.
4.- Se pone de manifiesto el desplome progresivo e indetenible, del modelo chavista-castrocomunista, y se rechaza nuevamente, el proyecto totalitario del llamado socialismo del siglo XXI.
5.- Se puso en evidencia, una vez más, el carácter autoritario y dictatorial del régimen, al desarrollarse una campaña escandalosa de abusos de toda índole, intimidación, uso de recursos del estado, terrorismo, persecución y atropello a la oposición democrática, a los estudiantes y electores en general.
Ante estos hechos y evidencias, a nuestro juicio, se impone una serena, pero clara y determinante reflexión y establecimiento de una conducta a seguir. No es concebible ni permisible, que continuemos delegando y confiando nuestro futuro y por ende nuestra libertad, democracia y soberanía, en manos de un caudillo y de unos árbitros en su casi totalidad indignos y postrados ante el régimen, que ejecutan un proceso y gerencian un sistema electoral probadamente perverso.
Reiteramos nuestra convicción, adhesión y defensa del sistema democrático, en la vía electoral como la idónea para garantizar la alternabilidad democrática y medio para garantizar la institucionalidad. Es por esa vía que debemos sacar a Chávez del poder. Ciertamente son necesarias las elecciones para salir de Chávez. Pero no es menos cierto, que si Chávez y su régimen se empeñan en continuar violando los principios de legalidad, transparencia, imparcialidad y confianza, y se empeñan en seguir imponiendo su modelo castro-comunista y en destruir y desintegrar la institucionalidad y a la patria en general, surge otra verdad categórica e imperativa: debemos, en ese caso, por mandato de los artículos 326, 333 y 350 de la Constitución, actuar mancomunadamente con firmeza y sin dilaciones, a fin de restablecer la plena vigencia del sistema democrático.
El futuro de la patria está en nuestras manos. La actitud debe ser de unidad y fortaleza, incorruptible y digna. Exhortamos y hacemos un llamado a la dirigencia nacional: política, empresarial, gremial, estudiantil, a la Iglesia Católica así como a las iglesias de otros credos y muy especialmente a nuestras fuerzas armadas; para esforzarnos y lograr, todos juntos, el rescate de nuestra patria y evitar su desintegración como estado soberano, libre e independiente.
Caracas 28 de Septiembre de 2010.
Por la Coordinación Nacional:
Enrique Aristeguieta Gramcko, Eduardo Roche Landér, Humberto Maio Negrete, Justo Oswaldo Páez Pumar, Ángel Bernardo Viso, Alberto Silva Guillén, Margarita Palacios Cabré, Marcel Carvallo, Mazzini Maio Negrete, Luis Betancourt Oteyza, Julio Dávila Cárdenas, Hans Adam, Alejandro Páez Pumar, Antonio Rodríguez Iturbe
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario